El pasado viernes por la tarde, mientras esperaba el enésimo vuelo retrasado de BINTER (¡quién te ha visto y quién te ve!), se acercó una señorita de AENA preguntándome si quería participar en una encuesta. ¡Por supuesto!, contesté, si hay tiempo no hay problema. Encuesta realizada, sólo unos 10 minutos, y embarque casi seguido. Por la noche contaba algunas de las preguntas que me hicieron, de todo un poco, incluida la consabida ¿tiene redes sociales? De una cosa pasamos a otra y al final terminamos hablando de mi blog MUNDO CRETINO, de éste. Me preguntaron directamente si mi blog era proselitista.
Uf, dura pregunta. No supe qué contestar de entrada, aunque me dejó pensativo. ¿Compartir lo que a uno se le pasa por la cabeza es proselitismo? Creo que el verbo perfecto es compartir, es lo que intento hacer, sin mayor pretensión. Claro que que si comparto mis opiniones, políticas también, que no dejan de ser una más de cómo veo la vida (la política forma parte de nuestra vida aunque no lo creamos o no queramos creerlo), ¿no estoy en el fondo intentando influir en el pensamiento ajeno.
¿Se puede considerar un voyeur al que está pegado a Instagram o a Facebook viendo pasar la vida (de los demás)? Posiblemente, a esta pregunta se conteste de igual forma que a la primera, sí. Es lo que hay.
Proselitistas o mirones, así es la vida ahora, estos son los tiempos que vivimos y éstas las cartas con las que jugamos. Luego cada uno que juegue como prefiera, participando, mirando, activa o pasivamente, subiendo, bajando escaleras o simplemente en medio de ellas.
¿La solución a este dilema? ¿Seguir entonces dando la chapa siendo proselitista o guardarme mis neuras para mí solito? El "consejo" que me dieron fue: creo que tus opiniones políticas no debieras compartirlas, el que quiera que entre en el blog y las lea. No sé si ésta es la mejor solución, pero es una, aunque para mí es como no participar, no mover conciencias; pero ¿quién soy yo para mover nada?
Lo dejo, muevo ficha hacia la frivolidad, una manera de ver el mundo mucho más bondadosa para uno mismo. Me quedaré con lo mío y seguiré escribiendo sólo por pura catarsis, como hasta ahora, como ha sido siempre, pero sin comerle la oreja (la vista) a nadie. En el fondo poco o nada va a cambiar, nunca he conseguido crear polémica con lo que escribo, no sé ya si por aquello de el que calla otorga, o por todo lo contrario.
Aquí de vuelta a la famosa y certera frase en francés: C'est la vie!
Por cierto, ya ven que no he mencionado la manifestación de hoy en Madrid contra el Gobierno. Volvemos a los tiempos de Rouco y sus concentraciones pías en Colón, ¡cuánto las echaba de menos! Esto si es España ¡España! Menos mal que tenemos a la buena gente evitando que el país se precipite, como parece que estamos a punto desde que nos gobiernan las huestes del diablo.
No, perdón, ya volví a descarrilar. Sólo quería contarles que he usado esta mañana el ChatGPT preguntándole por una receta con unos ingredientes precisos. Así, como mi enumeración de materias primas, o sea lo que hay en casa, tengo para cocinar hoy "Merluza en salsa mediterránea con calabacín y coliflor", ¿cómo se quedan?
Feliz domingo.
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