jueves, 30 de julio de 2020

EN MODO OFF

Sólo unos días, pero menos es nada. Los necesito, ¡fuera móvil! ¡fuera listas! ¡fuera estrés! ¡fuera todo! (o casi).

miércoles, 29 de julio de 2020

SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO

Tengo mucho sueño, no duermo lo suficiente. Empezar a trabajar en la oscuridad de la noche se hace tan duro como el primer día, a pesar de llevar casi 15 años levantándome con las gallinas. Todo ha sido poco esta mañana: ducha, tres cafés, lavado insistentemente de cara y hasta una Coca light. Escribo cuando son las 10 y parece que algo, poco, ha hecho efecto y me encuentro algo más despejado.
El coche ha pasado la ITV sin problemas -cada año esto es como un examen para mi-., otra cosita hecha. Me planteo qué música poner para ayudar a disipar el sueño.
Mendelssohn, Sueño de una noche de verano.
*Intermezzo.

martes, 28 de julio de 2020

COSAS DE PUEBLO

Nuestro personaje no es el alcalde, tampoco el cura ni el guardia civil, sólo es el arquitecto municipal. Hoy, sin ir más lejos, tuvo lugar una reunión que, como mínimo, se podría tachar de surrealista.
Asunto: revisión de puntuación de un concurso-oposición.
Partícipes: el interesado y los 4 del tribunal reunido ad hoc.
La reunión tiene lugar en un despacho con el fin de explicar a nuestro protagonista los puntos obtenidos durante la revisión de los documentos aportados, menos que los que cabría esperar. 
En la pantalla sobre la mesa aparecían los documentos que acreditaban los diferentes cursos de formación durante los últimos años, diplomas que fueron apareciendo uno tras otros mientras sentenciaban ¡éste sí! ¡éste también!, ¡éste tampoco! y así uno por uno hasta llegar al último. El arquitecto municipal había ido apuntando aquellos cursos no computados para, finalmente, enumerarlos y comentar la razón de ello. Antes, entre los síes y los noes, apuntaban las razones por las que un curso u otro no había sido contabilizado. En un tris, toda la formación de los últimos años se redujo a lo que es propio de un arquitecto y lo que no, de manera que lo segundo ganó por goleada. A partir de hoy sopesará lo que le pidan, por si las moscas. Se acabó el trabajo renacentista, al césar lo que es del césar y listo.  
Sintonía de "Crónicas de un pueblo", TVE (1971).

lunes, 27 de julio de 2020

ARTE URBANO

FUTURO PERFECTO



OTHER NEWS





CAMPOS DORADOS AQUELLOS

Monument Valley, Utah. USA, verano de 1991.
Fuerteventura, Semana Santa de 1992.

Me envía mi amigo N anoche unas fotos de viajes que hicimos hace ya años y que, debido a la inundación en Santa Cruz de Tenerife en 2002 perdí, como el resto de mi colección fotográfica. 
Las fotos, tomadas 30 años atrás, que se dice pronto -los colores añejos lo demuestran-, me devuelven al viaje que hicimos a los Estados Unidos por muchos de sus Parques Nacionales, empezando en Nueva York y San Francisco y terminando en Puerto Rico, allá por el año 1991. Maravilloso viaje que duró 40 días, quién pudiera repetirlo. Después llegarían las Navidades en El Hierro, Semana Santa en Fuerteventura y más...
Hemos seguido viajando, sí, aunque menos de lo que me gustaría y muchísimo menos de lo que nos merecemos. Siempre repito lo afortunados que somos al tenernos, siempre ahí.
Mis amigos son mi memoria, ¿se puede tener más suerte?
Juan Luis Guerra, *Frío, frío.

domingo, 26 de julio de 2020

KF

BELLEZA

SIN (CON) PALABRAS


Como estos conoce uno a muchos.

EGIPTO, 1999

En esta ocasión fui yo el fotógrafo.

EMPEZANDO EL DÍA

NO ERES TÚ, SOY YO


Mocedades, *Eres tú (Eurovisión 1973).

HUMOR CORONAVÍRICO



EL COMETA

Subida a Las Cañadas del Teide, hace un par de noches, en busca del cometa Neowise, vistas de la isla de La Palma incluidas.


sábado, 25 de julio de 2020

TEIDE

TEST

MERCADILLO, SUPERMERCADO Y VISTAS

Gran Canaria desde La Esperanza, Tenerife.
Mercadillo Agrícola en La Esperanza.

UNA PIEDRA EN EL CAMINO

Este sábado me he cruzado con una piedra en el camino, literalmente, de esas que están ahí porque sí, esperando agazapadas al pardillo de turno. Yo.
Camino del segundo café de la mañana, sin prisa y con el supermercado como meta, escucho una pequeña explosión en la rueda delantera derecha seguido de  un sonido constante y rítmico. En eso momento me vienen a la cabeza: ¿rueda de repuesto? ¿teléfono de la grúa? ¿coche bien aparcado mientras dure la espera?
Llamada de teléfono, musiquita, cuestionario online... SMS donde me indican desde nadiesabedónde que la grúa viene en camino e incluso me mandan el enlace para saber la ubicación exacta de la misma, porque saben que el que espera desespera. El operario, con mano experta, sube el coche en un par de minutos y me da amena conversación mientras nos trasladamos hacia el taller. Rueda muerta, café en la mesa y yo, de nuevo, a la espera. El supermercado se me resiste, según parece. 

Feliz sábado.

Dimitri Tiomkin, *Sólo ante el peligro (BSO).

viernes, 24 de julio de 2020

MALDITO SEAS


Esta semana está resultando dura. Hace un par de días murió una amiga de la infancia por una enfermedad "rara" -un mes le dio desde que empezó a tener síntomas de desorientación-, durante el velatorio me reencuentro con otro amigo que me dice que está pendiente de resultados poco prometedores y, como guinda, supe ayer de un compañero de carrera y amigo al que le han diagnosticado también cáncer. No nos da tregua. terrible.
Con más razón debemos exprimir los días y ¡tomar decisiones de una vez!
Berlioz, *Symphonie fantastique, Op.14
Songe d'une nuit du Sabbat.

jueves, 23 de julio de 2020

ENDLESS








NI SON 7 LOS MARES NI 4 LOS VIENTOS

He escrito en alguna ocasión esa máxima que suscribo con los ojos cerrados sobre la importancia de escoger bien las guerras en las que uno se debe meter porque hay veces en las que es mejor tener tranquilidad que tener razón. Embarcarse en una guerra día tras día, aun convencido de tener la razón, es sumamente agotador y nadie lo acaba agradeciendo nunca, de manera que muchas veces es preferible callar, observar, escuchar e intentar no dormir/ morir en el intento, palabrita; estar en una reunión cual florero, aunque parezca mentira, también acaba resultando ímprobo igualmente.
Viene esta reflexión a colación de una serie francesa -8 capítulos, 20 minutos cada uno- que retoma el principio del fin de nuestra civilización. El hombre, en momentos de mucho estrés como la guerra o situaciones similares, saca su parte animal más profunda, Homo homini lupus. 
Si antes fue la serie británica YEARS AND YEARS, dura por realista y por posible, la que nos dio ese punto de desasosiego necesario por revulsivo, ahora tenemos la francesa de la que hablo: EL COLAPSO ('L’Effondrement).
'El colapso', la serie sobre el fin de la humanidad que será la gran sorpresa del verano
¿Qué pasaría si el sistema se derrumbara por completo? Si no hubiera normas, si siguiéramos maltratando el medio ambiente, si las clases más bajas se rebelaran radicalmente contra la opresión de los poderosos... Dicen que 'El colapso', la serie de Filmin, es la sorpresa del verano y explicamos por qué.
Begoña Alonso. 16/07/2020

Hace algo más de un año, HBO estrenaba una serie que transcurría en 2034 y cuyos planteamientos no nos parecían nada extraño: gobiernos xenofóbicos, China construyendo instalaciones militares, la tecnología creando cibervidas paralelas, la meteorología desquiciada, un apagón provocado por 'hackers', una empresaria populista camino del Parlamento británico...
Esta distopía se llamó 'Years and years' y, además de convertirse en una de las series más aclamadas de 2019, nos hizo pensar en que la crítica que planteaba no era tan descabellada. En un planeta en el que ponemos cada vez más al límite la situación climática y sociopolítica, todo puede pasar.
Ahora es una serie francesa la que nos lleva a una distopía tampoco muy descabellada en la que el sistema, tal y como lo conocemos, revienta. Se trata de 'El colapso' ('L’Effondrement'), una miniserie francesa de ocho episodios de unos 25 minutos de media, rodados cada uno de ellos en plano-secuencia, y que podemos ver en Filmin.
El punto de partida es que el sistema económico y social tal y como lo conocemos se ha derrumbado. Ya no existe todo lo que 'funcionaba', el planeta además ha llegado a su límite y, en esta situación, lo más importante es la supervivencia de cada uno.
La sinopsis oficial nos dice: "¿Qué ocurriría con el planeta y con nuestra sociedad si el sistema colapsara mañana? ¿Qué principios regirían la nueva normalidad: la solidaridad, la igualdad o la supervivencia? ¿Supondría el fin de la humanidad, o quizás una oportunidad para cambiar y dar carpetazo a una sociedad industrial que parece haber llegado al límite?
En ocho episodios filmados en plano secuencia, 'El Colapso' nos ofrece la experiencia audiovisual más angustiosa y clarividente del año. Una proeza técnica que capta el espíritu de este año de pandemia con mayor precisión que los informativos de televisión. Una serie que parece llamada a hacer historia".
Al empezar la serie, quizás te sorprenda que en ningún momento se cuente por qué se ha llegado a este punto. No sabemos qué ha pasado, si un acontecimiento político, social, medioambiental, sanitario, una guerra... Pero tampoco nos importa demasiado porque está tan bien narrado que lo que sucede podría ocurrir perfectamente en el planeta Tierra.
Al ver 'El colapso', muchos se han planteado si podría tener algo de visionaria con la situación que podría haber pasado (nunca se puede descartar que llegue a ocurrir) con el coronavirus: la población, en sus últimos días y acechado por una situación extrema, decide saltarse todas las normas.
En 'El colapso' queda claro que no hay un culpable –y que si lo hay, nos da un poco igual–, pero que si existe este tipo de final, no debería distinguir ricos ni pobres ni parias ni poderosos. Y aunque todos intenten sobrevivir, no todos lo lograrán; en ese momento dará igual el dinero y la situación que tengas.
Cada episodio no parece tener relación con el anterior, tiene un planteamiento individual y diferente –aunque puede aparecer algún personaje repetido– aunque todos dejan claro que el ser humano estaría dispuesto a hacer cualquier cosa en una situación crítica: lo mejor... y por supuesto lo peor que se espera de él.
Los primeros siete episodios transcurren durante el colapso de la humanidad y poco a poco vamos viendo cómo esta se desfonda y, de pelearse por el arroz o la pasta, pasamos a ver las peleas en una gasolinera, el abandono en una residencia de ancianos o la tremenda reacción de los refugiados.
Sobrecogedora, intensa e inquietante, 'El colapso' llega para formar parte de las mejores series del año a pesar de no estar en las plataformas 'mainstream'. En tiempos de pandemia, en la incertidumbre de lo que puede pasar una crisis social como la que sobrevuela, es más interesante que nunca.
Juliette Grèco, *Sous le ciel de Paris.

martes, 21 de julio de 2020

NEWTON

Tuve ayer una conversación que me llenó de desasosiego, y no por creer que yo tenía razón, que también, sino por la ceguera que veía en mi contertulio. Tomar un camino u otro, en una encrucijada es, quizá, una de las decisiones más complejas que se nos presenta en la vida adulta. De joven todo lo tenemos dado -al menos los afortunados-, de viejo lo perdemos, pero en medio hay que ganárselo día a día. Decidir alejarse y esperar que este paso no tenga consecuencias, creerse esa superioridad moral que todo lo justifica termina por colocarte en el ombligo del mundo, pero ¡qué solo se debe sentir uno en la perfección! Nadie gana, todos pierden. 
La 3ª Ley de Newton se cumple siempre, siempre.
Haendel, *Il Trionfo del Tiempo e del Disinganno.

lunes, 20 de julio de 2020

VUELTA Y VUELTA

Dormir con calor es terrible, uno se siente como una croqueta que no para de dar vueltas. La almohada se calienta, la cama no es suficiente extensa para encontrar una zona fresca, que no fría y, lo peor, es que la cabeza no descansa, piensa, da vueltas, organiza. Anoche, que siguió otra de éstas, tuve tiempo para roer una idea que últimamente me viene a la cabeza de manera recurrente: Europa. Ay Europa, nuestra vieja Europa, ¿quiénes somos realmente? ¿nos queremos o nos aguantamos? Ahora les toca a los holandeses jodernos, exprimirnos, decir NO, de manera que bienvenidos sean, otro país a boicotear por insolidario. Nuenta Seguridad Social y nuestras pensiones deben ser intocables, le pese a quien le pese, holandeses o no. Leer sobre esto me hace pensar si realmente los europeos somos un pueblo unido o más bien una idea, bonita pero más falsa que aquella moneda, que de mano en mano va y ninguno se la queda.
Claro que luego recuerdo que en nuestra España cañí tenemos OPUS, corridas de toros,  sanfermines, el toro de la Vega, un emérito, guantes blancos y negros y esas bellezas varias que me devuelven al europeísmo en un tris. Por si las moscas.
Beethoven, *Obertura Egmont.

viernes, 17 de julio de 2020

MARCHITA MARGARITA

Siempre he tenido una relación de odio-odio con los críticos y con aquellos que trabajan en algo similar. Me explicaré: señores que se sientan y esperan a que les llegue el trabajo de otros para supervisarlo, criticarlo, evaluarlo... No me refiero a los profesores, que sin son buenos habrán plantado la semilla del conocimiento y nos piden una pequeña demostración. No, me refiero a los otros, aquellos para los que nunca está nada bien, o más bien los que siempre tienen algo que decir.
Joaquín Sabina, *El joven aprendiz de pintor.

jueves, 16 de julio de 2020

NADA SE ENTIENDE

Durante los últimos años los dirigentes catalanes se han saltado la ley, una y otra vez. Han tomado decisiones ilegales, convocados referéndums, adoctrinado en las escuelas, colegios, televisión, prensa, radio; relegado el idioma español, insultado, mentido y anulado a todo aquel que no parezca ser independentista. Y ahora, con esto de los programas espías a políticos catalanes se monta una que parece que el mundo se va a hundir. Aunque el Gobierno lo niega, no sé qué se espera que haga, ¿quedarse con los brazos cruzados mientras una parte de los políticos se saltan una y otra vez, cual delincuentes, las reglas democráticas sintiéndose intocables. Ay, estos pobrecitos santos espiados... Hay tanta hipocresía en este juego político que da hasta pena. Como hubiese dicho Fernán Gómez, ¡idos todos a la mieeeerda!