Bécquer se preguntaba qué es poesía y concluía que poesía eres tú, ¿quién soy yo para contradecirlo? También los Monty Python buscaban las mismas respuestas a su manera. Yo no me planteo la poesía, pero sí la vida. O, quizá, no la vida sino la muerte.
Sumergido ahora en unas aburridas órdenes de ejecución (convertidas en innecesarias bolas de nieve) para limpieza de terrenos me fijo en las fotografías que tengo frente a mi mesa de despacho para darme cuenta de dos cosas, los que me faltan y las ganas de otro café. Lo segundo tiene fácil solución, lo primero no, he ahí el problema del que soy consciente. Creo que todo viene porque se me han quedado en la cabeza dos noticias que leí esta mañana en el periódico: Abascal supera a Feijóo en intención de voto y en Polonia ganan los ultranacionalistas; como teníamos poco con Hungría ¡toma dos tazas! Respecto a la política patria, la noticia seguía con esta pie de titular: "Sánchez y el líder ultra son los favoritos de los españoles para gobernar el país". No, por favor, ¿a qué espera el PP? España ¡España! no puede tener un partido conservador en la Oposición que haya dejado entrar a la ultraderecha de esta manera. Son noticias terribles, ambas.
Aunque parezca que una cosa no tiene que ver con la otra, sí las tiene, al menos yo las percibo así, poco o nada podemos hacer ante tanta grisura. La muerte de los seres queridos hay que superarla como se pueda, cada uno echa mano a lo que tiene, aunque nuestra sociedad no nos prepare para aceptarla tan fácilmente. Durante mucho tiempo, o quizá siempre, tenemos ese vacío dentro que es imposible de tapar, de cerrar del todo. ¿Cómo gestionar la muerte? Yo ni siquiera puedo con la vejez, imagínense con la muerte. No todo es política, afortunadamente, pero todo es vida y muerte, vejez e inexorable deterioro.
Como decían certeramente en una película que me acaba de venir a la cabeza, "Animales nocturnos", irremediablemente todos acabamos pareciéndonos a nuestros padres. El mío, pobre, se agobiaba porque un grifo goteaba y había que llamar al fontanero y ¿si viene y he salido?
¿Seré ya como mi padre?
Igual es hora de volver a las pastillas.
Voy a por ese café, esto es fácil, al menos.
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Cast, *Walkaway.
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