miércoles, 25 de junio de 2025

JUEGO YO, LA PELOTA ES MÍA


Más parecido a un abusón de colegio que a un líder mundial, T impone el 5% del PIB nacional a los países miembros de la OTAN, NATO o llámala X (nunca mejor dicho). Él decide por los demás países, impone su criterio, que es un 5 pero igual pudo ser un 6 ó 7, pongamos. A la derecha del rey holandés, con la actitud dominante a la que nos tiene acostumbrados, enfadado hasta cuando sonríe, asiste ufano a una cumbre donde sabe que él es el verdadero rey y no Guillermo de Orange. Los otros países de la Alianza parece que no dicen ni mu, salvo España, que es capaz de plantar cara a esta beligerancia económica, a esta economía bélica de gasto ímprobo en armamento, para salvaguardar nuestra política social. Pedro Sánchez está solo en Holanda, ni siquiera lo apoya Feijóo en política internacional, como sería lo lógico -baste mirar a otros países- (tardando está en decir alguna barbaridad al respecto). Tanto la oposición como la prensa nos dicen una y otra vez que discutir un planteamiento no es lícito, que hay que pasar por el aro porque las cosas son como son. Putin ha logrado sembrar nuevamente la semilla belicista en Europa y T se frota las manos, by the way. A río revuelto, ganancia de pescadores, dirían otros.
Estaremos pendientes de lo que ocurra hoy en la ya famosa reunión, de la postura de todos los miembros (la norteamericana ya la conocemos, la letra con sangre entra), de la capacidad de convencimiento del Presidente español, del resultado final porque en ello nos va la vida, al menos nos va el país.
 
Por cierto, hoy he vuelto a coincidir en el bar, durante mi primer café con fondo COPE, con el vecino de siempre, repartidor, que hoy volvía a contar su enésima queja contra la situación del país (¿?) y que zanjó con un mohín mientras declamaba: ¡sí, y que sigan votando al PSOE!
Siempre que oigo a un currante quejarse recuerdo la canción de Serrat y pienso en todos los avances sociales que se han conseguido en el mundo, sobre todo a partir del sigo XIX. Nunca se reconocerá lo suficiente la aportación del marxismo, llámese como tal o socialismo, pero éste es otro tema del que no voy a hablar ahora porque nadie ha mentado ni a la URSS ni a China ni a Cuba y ya oigo los suspiros; no tengo tiempo y es lo bueno que tiene ser un cínico. 
Joan Manuel Serrat, *Disculpe el Señor. 

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