La babosería cortesana con la que están metiéndonos, cucharada a cucharada, "el periplo" americano de la princesa creo que ya es suficiente. Sin llegar a lo que fue periodísticamente la muerte de Isabel II, la de Francisco o el regreso de Trump, a estas alturas ya va camino de esto. Lo de esta chica, me refiero a su preparación, debe estar bien, no lo dudo, pero ya es suficiente. Qué ganas tengo que acabe su etapa militar para dejarla de ver en todos lados, claro que luego entraremos en la etapa de la frivolidad absoluta: qué ropa usa, de quién se enamora, a qué fiesta acude "con la joven realeza europea", en qué crucero embarca... No sé ya qué será peor.
Problemas de ricos, está claro.
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