Me pasan para que lea un panfleto que habían colocado bajo el limpiaparabrisas del coche de un amigo. Se titula "Españoles fuera", traducido sin desperdicio, por si algún guiri se quiere sumar a la noble causa, como "Spanish go home". De pena.
El papel nos informa de la verdadera Histora de Canarias y sus vicisitudes, comenzando con un increíble ¿Sabía usted que...? Mira que yo, con mis 48 tacos, he vivido hasta hoy sin saber esta lista de cosas... No podría imaginarme un escenario mejor: Paulino Rivero presidente de la República de Canarias, o el imperio, cualquiera sabe, rodeado de sus Consejeros que habrían ascendido a Ministros Plenipotenciarios, con sus cochazos oficiales, sus Munisterios, sus carteras de Hermés con las letras en oro. Dios, ¿y a quién le echarían entonces la culpa de los males de las islas? No habiendo Metrópolí, ni Zapatero ni Rajoy, ¿quién tendría la culpa entonces de nuestros males? mmmm, pensemos... ¡ya lo tengo!, EL DÍA, que ya habría cambiado su nombre por el de PRAVDA AWAÑAK y, como periódico oficialista habría declarado a Canaria, otrora Gran Canaria, isla non grata de manera que todos los males del mundo, la crisis, el hundimiento del Titanic y hasta de la Atlántida, estarían incluidos en los libros de texto como resultado de las andanzas de los habitantes de la isla redonda. Don Pepito, perdón don José, presidiría una estatua gigante la antigua Plaza de España, llamada en la nueva era Plaza Secundino, también conocida como Secundino Square, mucho más internacional. Y por último, para terminar de colocar a los próceres en la pirámide del poder, tendríamos a nuestro rey mataelefantes, convertido por obra y gracia del Esprítuto Santo, o por la de Dios a la manera del Caudillo, en rey de nuestra joven república ¿Un rey con república? ¿y qué? ¿no era la reina Amidala representante del Senado en la República antes de que estallase la guerra de las galaxias? Pues nosotros no vamos a ser menos.
Uf, creo que me desvié del panfletillo del limpiaparabrisas; total, son sólo majaderías que no vale la pena repetir para no darles, encima, publicidad gratuita.
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