Dvorak, *Sinfonía nº9,4. Allegro con fuoco.
Alberto Ginastera, *Malambo.
“El término ‘clásica’ aleja a los jóvenes de este tipo de música”
Capaz de convertir un concierto de música clásica en una verdadera fiesta donde el público baila y los trompetistas se despeinan a ritmo de mambo, Gustavo Dudamel (Venezuela, 1981) ha llegado a España al frente de la orquesta sinfónica Simón Bolívar para presentar su nuevo álbum, Beethoven, y Discoveries, una selección de sus piezas más representativas. EL PAÍS te ofrece en exclusiva este vídeo, donde el venezolano habla de su experiencia en la música clásica, y se aleja de los clichés establecidos que la sitúan en un estadio aburrido y anticuado, para desvelar la cara más pasional, emotiva y alegre de la orquesta.
Educado a través del Sistema de Venezuela, Gustavo Dudamel ha ascendido desde unos humildes orígenes hasta convertirse en uno de los directores de orquesta más sobresalientes de nuestro tiempo. Director musical de orquestas en tres continentes diferentes y un invitado habitual en las salas de concierto más prestigiosas, Time lo incluyó entre las “100 Personas más influyentes” del mundo en 2009 y, en 2011, Gramophone lo coronó como “Artista del año”, citando su “capacidad carismática para inspirar una pasión por la música en los jóvenes que les dure toda su vida” y su “energía apasionada en el podio”.
Anoche Dudamel presentó en un concierto en el Auditorio Nacional de Madrid, dentro del ciclo Temporada de Juventudes Musicales, su último disco que incluye la Tercera Sinfonía, una de sus obras más personales y fuente de algunas de las melodías más reconocibles de la música clásica. El álbum incluye también dos de las más apreciadas oberturas de Beethoven: las de Egmont, inspirada por la obra de Goethe, y la del ballet Las criaturas de Prometeo.
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