Abbott Miller, en colaboración con la fundación 2wice arts, ha creado una aplicación gratuita para fomentar el interés por la danza.
Silvia Hernando Madrid 18 JUL 2012 - 00:22 CET
Si la cuarta pared es ese muro imaginario que separa a los intérpretes del público en el teatro, la quinta pared es la versión del siglo XXI de ese concepto: una barrera virtual que se interpone entre el monitor y el espectador. Con esa idea bajo el brazo, Abbott Miller ha creado la aplicación gratuita para iPad Fifth Wall, “una presentación interactiva de una danza que se puede presentar simultánea o individualmente, y en cualquier secuencia”. Como si hubieran encerrado a ese señor tan elástico dentro de la tableta y uno pudiera hacerle bailar a su antojo.
Entre las utilidades posibles: sentirse un maestro titiritero de vanguardia (y soltar, a ser posible con una risa maléfica, un '¡Danzad, danzad, malditos!'); aprender teóricamente movimientos imposibles, y si hay ánimos, ponerlos en práctica en el mundo tridimensional; inventar coreografías e intentar venderlas a una compañía... ¿Se os ocurren más? “Las aplicaciones pueden ampliar el público de la danza, y también alentar la creación de proyectos performativos que crecen directamente desde la naturaleza del medio", propone el creador, que trabajó en colaboración con la fundación 2wice Arts. Con ellos ha inventado también el Merce Cunningham Event, un app-barra-tributo al gran coreógrafo, que puede descargarse gratis de iTunes.
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