Si ayer subí en moto a la oficina y me empapé, hoy vine en coche, llegué al bar para el primer café de la mañana, seco y con frío. 9° y con viento, en La Esperanza, ya pueden imaginar el panorama los que conozcan la zona. Calculo que la sensación térmica rondaba los -10°, aunque comprobando el dato puedo asegurar que se trataba de 5,4°, un poco más que la temperatura de Oslo hace un par de semanas, con una humedad relativa de 98%. Confieso, no obstante, que el tema de la humedad relativa/ absoluta no lo domino bien, pero queda genial hablar de ello con el dato en la manga.
Tuve la oportunidad de coincidir en el bar con el de siempre, el mismo que despotrica del país desde que se levanta (en la madrugada es donde coincido con él) hasta, imagino, cuando que se acuesta. Al sentarme en la barra terminada su diatriba futbolera, algo que hizo o lo contrario algún jugador o entrenador. Interés mío al respecto: 0 absoluto, como el vodka. Tras su apasionante dictamen pasó a la Seguridad Social, tema recurrente del imaginario patrio, sentenciando "los médicos son escoria en este país de mierda" y darnos los buenos días finales al salir por la puerta.
Esto es lo que hay, me dije, un fulano que... (por lo que escucho en el bar, Faro de Alejandría del chismorreo donde los haya), se permite el lujo de poner verde, que te quiero verde, a la Seguridad Social. ¡País!, que hubiera dicho Forges.
Para terminar y compensar, una pincelada de buena música.
♫
Bellini, "Capuleti e i Montecci.
*Eccomi in lieta vesta.
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