lunes, 3 de marzo de 2025

WEIMAR GLOBAL*


Señores de Vox, ¡aclárense!
Ahora que Trump adentra al mundo en territorio desconocido es importante que el partido de Abascal explique lo que piensa.
Fernando Vallespín, 02.03.2025

Hemos entrado en territorio desconocido, por decirlo suavemente. Prueba de ello es que ni siquiera tenemos una expresión para designar la situación que se abre con un Trump entregado a sus peores instintos, aunque alguien acertó al calificarla como un “Weimar global”. El mejor ejemplo lo tuvimos el viernes con la humillación de Zelenski en la Casa Blanca, aunque quienes fueron humillados en realidad fueron los demócratas de bien que quiero seguir pensando que constituyen la mayoría del pueblo estadounidense. Trump se está pasando 20 pueblos y eso no puede dejar de tener repercusiones. Todo ese capital simbólico invertido en designar el mal con el nombre de la URSS, primero, y luego Rusia o Putin, después, no puede darse la vuelta sin más sin producir una importante incongruencia cognitivo-moral colectiva. El país que se autoproclama como “el más noble de la historia de la humanidad” está haciendo ahora el juego al más sanguinario autócrata de los tiempos recientes.

Pero la columna no va de esto específicamente; quiero trasladar esta incongruencia a la vida política española. En particular a Vox, el supuesto representante del magnate en nuestro país. No en vano, todo el mundo sabe que Abascal goza del favor presidencial y no cabía en sí de contento al sentirse entre los elegidos de estar en su toma de posesión. Dígannos lo que opinan de lo siguiente: ¿quién es el bueno y quién es el malo en la guerra de Ucrania? ¿Qué piensan hacer cuando nos breen con aranceles a menos que aceptemos el chantaje al que nos sometan? ¿Les parece “patriótico” este nuevo vasallaje del más débil? ¿O la coacción sobre un país hermano como Panamá para calzarse el canal? Por lo pronto, han conseguido que acojan allí a una gran parte de los refugiados que están siendo expulsados de territorio estadounidense. ¿O no les importa el sufrimiento de tantos inmigrantes latinoamericanos, tratados como chusma carente de derechos? ¿Y del plan trumpista de dividir Europa? Ya sabemos que están de acuerdo en su campaña antiwoke y en las restricciones a los contrapoderes liberales, no en vano comparten su ideario populista. Pero háblennos de lo otro. Podemos, a través de Ione Belarra, ya se ha pronunciado: no a la OTAN, no al aumento de gasto militar, y tan malos son los Estados Unidos como Rusia. ¡Como si todo fuera tan fácil! Pero ustedes siguen calladitos.

“Claridad, claridad, demandan ante todo los tiempos que vienen”, decía en una coyuntura similar Ortega y Gasset. Se refería a la necesidad de entender lo que pasaba; yo me refiero al derecho que tienen los ciudadanos de saber dónde se ubica cada fuerza política española en este momento existencial para Europa. Y conocer la posición de Vox es fundamental también para saber a qué atenernos en sus pactos con el PP. Si este último partido buscaba desprenderse de él, ¿qué mejor ocasión que ésta para tomar distancias? Como digo, queremos oír lo que sobre esta nueva coyuntura tienen que decir todos los partidos. ¿Para cuándo un debate parlamentario donde se vean obligados a retratarse? Me temo que acabaría en el politiqueo habitual, pero en algún momento habrá que coger por los cuernos la cuestión del aumento en gastos de defensa y la traslación de las decisiones comunes que acabará adoptando el Consejo Europeo. Ahí ya no les quedará otra.

Por si no se han enterado, estamos ante una situación de excepción, más grave aún si cabe que la de la pandemia. Nos ha cogido igual de desprevenidos, pero la diferencia estriba en que no será algo temporal. De las decisiones que adoptemos ahora, ¡ya mismo!, depende el futuro de todos. La historia juzgará quién supo estar a la altura.
* Cuando se habla de un "Weimar global", el término suele usarse para describir un momento contemporáneo en el que, de manera similar a la República de Weimar, el mundo enfrenta tensiones políticas, económicas y sociales que podrían generar consecuencias impredecibles si no se gestionan adecuadamente. Algunos de los puntos que suelen vincularse a la idea de un "Weimar global" incluyen:
  1. Crisis económicas: La economía global atraviesa momentos de inestabilidad, como la crisis financiera de 2008 y las repercusiones de la pandemia de COVID-19, lo que ha generado descontento y creciente desigualdad en muchos países.
  2. Fragmentación política y social: Hay una creciente polarización en varios países, con el resurgir de movimientos populistas, nacionalistas y autoritarios que cuestionan los sistemas democráticos y las instituciones internacionales.
  3. Desconfianza en las instituciones: En muchos países, la confianza en los partidos tradicionales, las instituciones políticas y la democracia misma está disminuyendo. Esto puede compararse con la situación en Weimar, donde había una crisis de legitimidad del gobierno democrático.
  4. Ascenso de líderes autoritarios: Así como en la Alemania de Weimar, el descontento generalizado y la inestabilidad política pueden ser aprovechados por líderes que promuevan agendas autoritarias o que cuestionen el orden democrático.
El concepto de "Weimar global" invita a reflexionar sobre los peligros de una creciente inestabilidad y la posible repetición de errores históricos a nivel mundial. Es un llamado de atención sobre la necesidad de fortalecer las democracias y las instituciones internacionales para evitar que el descontento social y económico desemboque en consecuencias negativas.
Esta expresión ha sido utilizada por analistas políticos, historiadores y economistas para alertar sobre los riesgos de una caída del sistema democrático global y las tensiones crecientes en el escenario internacional.

No hay comentarios: