Todos salieron ganando, dice el corrido, ¡qué maravilla!, unas elecciones donde todos ganan. Bueno, reconozcamos que tanto UPyD como IU han reconocido su fracaso. Escuchando a los distintos capos de los partidos uno puede llegar a la conclusión que las elecciones en España tienen la particularidad de que, independientemente de los resultados, repito, todos ganan. Floriano, ese señor del PP siempre enfadado, decía hoy que "muchos querrían tener unos resultados como los que ha obtenido elpartidopopular", el nombre siempre dicho todo junto para enfatizar, pronunciado de esta manera por todos siempre (y si no, fíjense cuando hable Cospedal). Sí, cierto es que el PP ha ganado, pero también ha perdido lo que no está escrito, y con estos resultados ¡ni'pa pipas! Esperanza Aguirre -que todavía no sale de su asombro y no se explica cómo los madrileños, sus súbditos, no la han votado en masa-, o Rita Barberá, inefable señora caricatura de sí misma -otra que no se cree lo que le está pasando-, o la Cospedal, más que posible futura presidenta en diferido... Con el flamante triunfo de Manuela Carmena en Madrid o de Ada Colau en Barcelona, vuelven a los titulares frases grandiosas como las de Floriano, sí, el mismo señor enfadado de antes, preocupado ahora por si la extrema izquierda hunde el país. Claro que el problema es la extrema izquierda, nada dice del voto de los españoles o frases tan rancias como "el pueblo ha hablado", "el pueblo es sabio", etc. Estas frases las dejarán solo para cuando ellos ganen, pues ahora tocan las del tipo "somos la primera fuerza política de este país" o "los españoles confían en elpartidopopular". Habrá que estar atento a las próximas elecciones generales.
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