Durante estos días, últimos de la campaña electoral de las elecciones de este domingo, hemos sido testigos de hecho muy muy feos, por decirlo de forma educada. Los tiempos han cambiado y son las redes sociales las que llevan el ritmo informativo, el pulso diario, imposible de parar ¡afortunadamente! De forma continua nos encontramos con el triste servilismo de los periódicos convencionales hacia una formación u otra como si de dos países se tratara. ¿Y qué ha ocurrido con Internet? pues que las cosas ya no son tan claras, o blancas o negras, lo que dice la TV o los periódicos ya no son verdades absolutas, nada de eso. Se comparte información en FACEBOOK, en TWITTER, en periódicos digitales, blogs, webs personales, etc.; la posibilidad de informarse con periódicos online de todo el mundo está en la mano de cualquiera, de investigar otras fuentes, de dudar... maravilloso.
Todo esto va a colación de las noticias aparecidas acerca del chanchullo de votos "robados" a personas impedidas, analfabetas, a través de votos por correo, en colegios, en fábricas. ¡Qué feo eso de no saber perder! pero más si cabe antes de hacerlo, ¡no pueden plantearse perder! hay que seguir en la poltrona pase lo que pase. Repito, ¡qué cosa más fea!
Uno de estos chorizos arengó a unos padres en un colegio para que siguieran "en la luz" y votaran al PP (¿en Melilla quizá?) dimitió finalmente (gracias, nuevamente, a las redes sociales y a los teléfonos móviles). Rápidamente salió el prócer de turno y no se le ocurre otra cosa que alabar al chorizo con palabvras como "altura de mira" y esas casposas y majaderas frases hechas, nada de recriminarle algo, no, solo "ha cometido un error de principiante" ¿¿¿¿???? y su gran altura de miras y amor al partido al dimitir. De vómito.
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