viernes, 1 de mayo de 2015

PIJOS MALEDUCADOS

No son turistas, son pijos maleducados
Víctor Riverola. 29/04/15

Rodar documentales en Nepal aporta experiencia. Te das cuenta de dónde estás, quién eres, qué eres… con respecto al resto del mundo. Ser alpinista ayuda a sentirse pequeño, fomenta el compañerismo, cura el alma y en ocasiones, te obliga a tirar de humildad, grandes dosis de humildad, cuando dejas los Pirineos y los Alpes y te lanzas a la conquista de cumbres situadas en lo que conocemos como el Tercer Mundo.
Nepal ha vivido el horror, ha experimentando la violencia de la madre naturaleza, atrapando a miles y miles de turistas que se encontraban en Kathmandú y en los valles que descienden de varios ochomiles. Algunos se encontraban en Pockara, otros en Kathmandu y algunos en Luckla, con su aeropuerto espectacular, desde donde parte el trekking del campo base del Everest, donde de momento, han fallecido mas de 20 alpinistas. Las cornisas de hielo que separan la cumbre del Pumori del Everest, por encima de la cascada del hielo del Khumbu, son peligrosas a lo largo del año. Con un terremoto de 7,9 la situación cambia por completo y tal y como ha sucedido, la mayoría de cornisas se han desprendido, causando avalanchas impresionantes. Solo quien ha vivido un alud puede saber lo que se siente. De momento, junto a los miles de fallecidos y heridos, tenemos a ocho millones de nepalíes afectados por el terremoto. Unas 72.000 personas están abandonando a pie la zona del valle de Katmandú en busca de agua y comida, mientras miles de occidentales protestan porque les están evacuando lentamente. Algunos incluso se quejan de que les tratan como perros…

Quienes son incapaces de comprender dónde están, en qué país están y lo que les ha pasado a las gentes que les acogen, no son turistas, son pijos maleducados. Gente sin alma, sin corazón, que viven a golpe de talonario creyéndose superiores a los demás. Si el aeropuerto es un caos, te esperas. Si tienes hambre, piensa que los nepalíes todavía tienen más hambre. Ellos han perdido su casa, tú no. Ellos han perdido a familiares y amigos, y no tienen un país que les acoja y les envíe un avión. Tú tienes American Express, ellos no. Viajar a zonas pobres, por muy cool que pueda parecer, conlleva aceptar unas normas del juego que muchos desconocen, o peor… muchos no han sido educados para conocerlas. 

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