Leí anoche, antes de acostarme, sobre la enésima manifestación en Valencia para pedir la dimisión de Mazón. Esta vez dicen que han sido 50.000 personas, según la Delegación del Gobierno, aunque a saber cuántos habrán sido de verdad, en estos casos el número de manifestantes varía según quién los cuente, como ya es sabido.
Lo de este señor es algo inaudito, claro ha quedado demostrado que una parte de la ciudadanía valenciana no lo quiere pero él sigue ahí, impertérrito, tan soberbio como el primer día. Dimitir a estas alturas no significaré que es culpable de lo que se le acusa, sería aceptar que no lo hizo bien y que se marcha avergonzado. Pero no, ahí está él, con esa chulería de siempre, con su impermeable puesto para que todo le resbale.
En Madrid lo miran recelosos pero no hacen nada, lo mejor es seguir insultando a Pedro Sánchez, que eso de desviar la atención ha funcionado siempre de maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario