Es difícil encontrar ahora un momento de tranquilidad, ya sea en la calle, bombardeado constantemente con noticias oscuras y deprimentes sobre la crisis -dichosa crisis-, Alemania, Francia o Grecia; como en el trabajo, dónde uno se dice recurrentemente "quién te ha visto y quién te ve". Ya se sabe que en época de vacas flacas la clase media se empobrece, los trabajadores sufren el nerviosismo de los mercados y de los políticos. ¿Dónde está el límite? ¿volverá el Gobierno, por ejemplo, a bajar el sueldo a los funcionarios españoles -funcionarios públicos que incluyen también a las señoras de la limpieza, barrenderos, jardineros, asistentas sociales, etc.? ¿todos estos años de dispendio, nefasta gestión y gasto indiscriminado lo tenemos que pagar los trabajadores?
Ahora hasta nos da miedo hablar en el trabajo porque no se sabe las consecuencias. ¡Qué pena! ¡hasta dónde hemos llegado! Repito, ¡quién te ha visto y quién te ve!
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