Me gustó Buenos Aires cuando fui, la ciudad es espectacular. La pena es que fuera todo tan caro y que ahora lo siga siendo de nuevo, lo que hace plantearse que no es una buena época para volver. Ushuaia, por una serie de circunstancias, se quedó a la espera de mi llegada y aún sigue así, qué le vamos a hacer. En Buenos Aires nos recibió Adrián con los brazos abiertos, nos enseñó la ciudad, nos llevó a cenar y a ver tango, nos presentó a sus amigos, sus boliches y bolichitos, Puerto Madero, la Casa Rosada y todo lo que cualquier buen turista que se precie pueda y deba ver. Coincidimos también con ballet en el Teatro Colón, donde alquilamos un palco para todos nosotros, con un musical en un teatro cerca del Obelisco, "The little shop of horrors", y hasta un viaje en coche hasta Luján. De allí volamos al Calafate, al Perito Moreno , para tener la mala suerte de estar presentes en el momento de la quiebra de Aerolíneas y el principio del corralito. Pero bueno, aquellos eran otros tiempos. Disfrutemos ahora de la maravillosa música de Piazolla.
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Astor Piazolla, *Oblivión.
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