Cuando salen a colación los periódicos en una conversación siempre se termina diciendo que son todos iguales, los más conservadores fieles al PP, los de izquierdas al PSOE, etc.; si es que los periódicos son como los seguidores del Barca o del Madrid, fieles hasta la muerte... Yo, me temo que como casi siempre, no estoy de acuerdo con esta afirmación. No negaré que EL PAÍS, por hablar de uno de ellos, tiende a la benevolencia con el PSOE, pero no a la ceguera, al menos viendo lo visto. ¿No criticaba este periódico los vaivenes del PSOE cuando no daba pie con bola? A mi me parece que sí. Ahora, en cambio, todo es diferente. Las barbaridades del PP respecto a la reforma laboral, que no dudo que es necesaria -pero siempre acaba siendo a costa del trabajador- (¡¡¡BENDITA CLASE MEDIA A LA QUE HABRÍA QUE HACERLE UN MONUMENTO!!!), son aplaudidas con los ojos vendados por periódicos como EL MUNDO, LA GACETA, LA RAZÓN... Rendez-vous y fe ciega en sus medidas económicas y mano dura con los que se quejen. Estos periódicos que están gozando con esta España al revés que nos da absoluciones a los Camps, condenas a los Garzón y vuelve al pasado con el aborto o la enseñanza. A ver cuándo revisan la ley del divorcio, créanme.
Cuando hablo con un amigo en Las Palmas sobre la situación mundial -un amigo que políticamente piensa similar a mi- me dice que la única solución es la revolución, la anarquía, volver a los métodos antiguos de cortar cabezas y empezar de cero. Otro me comentaba hace n par de días que él no iba a las manifestaciones ni a perder el tiempo con chorradas como esas; que lo llamaran para quemar el Parlamento de Canarias, cortar la autopista, etc., etc. etc. Sirvan estas metáforas como ilustración del monumental cabreo que tiene el pueblo en la actualidad. Vean este vídeo que me mandan ayer donde aparecen las instalaciones del Hospital Universitario de Canarias, inmerso, ¡cómo no! en problemas internos debido a la mediocridad de sus dirigentes.
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