Estados Unidos lee en español
El mercado del libros en español para hispanohablantes sigue su ascenso. A mil millones de euros ascendieron las ventas el año pasado. Cada día más editoriales se suman a la conquistas de este público.
Andrea Aguilar Nueva York 14 FEB 2012 - 21:22 CET
No faltaba demanda de libros en español en Estados Unidos, pero la oferta durante décadas estuvo poco organizada. Los resultados del censo en el año 2000 arrojaron una cifra cercana a 35 millones de hispanos y la prensa especializada empezó a hablar de una “masa crítica” de público lector español. Los grupos editoriales no tardaron en reaccionar y a veteranos como Arte Pública Press (editorial bilingüe) y Santillana USA (ahora Ediciones Prisa), se unieron sellos como Rayo de Harper Collins en 2001. Además, el sello Vintage de Random House reforzó su oferta cerrado un acuerdo con Mondadori en España. Distribuidoras y librerías ampliaron el espacio dedicado a estos libros.
La crisis de 2008 dejó algunas bajas en este frente y Rayo despareció. Pero el mercado del libro para hispanos ha seguido madurando y según las estimaciones de 2010 asciende a 1.000 millones de dólares, de los que entre un 30-35% procede de libros publicados en español. “La crisis hizo que todas las empresas revisaran las rentabilidades y se creó un ambiente más pesimista”, apunta en conversación telefónica desde Miami Silvia Matute, directora de Ediciones Prisa. “Pero en los últimos seis meses se ha producido una nueva ola de crecimiento. El censo de 2010 mostró que hay más de 50 millones de hispanos en Estados Unidos”. Esta apabullante cifra no está exenta de matices: aunque el nivel educacional ha crecido considerablemente, no todos los hispanos prefieren leer en español, para muchos, inmigrantes de segunda y tercera generación, este idioma es más oral que escrito. Quizá por ello el primer frente en reaccionar al boom del censo ha sido el de las televisiones: Fox ha lanzado dos canales más en español y una web de noticias; VOXXI (http://blogs.elpais.com/usa-espanol/2012/02/un-medio-para-los-hispanos-del-siglo-xxi.html) es también una nueva web informative en español y Univisión y Disney han montado un canal para latinos, aunque en ingles.
¿Pero quién y qué se publica? El madrileño Jaime de Pablos está al frente de Vintage en español, un sello con entre 50 y 60 títulos al año. En algunos casos, como la novela 2666 del chileno Roberto Bolaño han comprado los derechos en español para Estados Unidos de otras editoriales. Su catálogo incluye algunos libros de poesía de Pablo Neruda o las obras completas de Federico García Lorca, destinados principalmente al público universitario, junto a libros escritos por celebridades del mundo hispano, así como traducciones de Stephen King, de Cormac McCarthy o de la biografía de Steve Jobs, que con más de 20.000 ejemplares fue uno de los que mejor se vendieron el año pasado. Los canales de venta incluyen librerías independientes, cadenas como Barnes & Noble, venta por internet a través de Amazon y grandes superficies, un espacio especialmente importante. A esto se añade el ebook. “Publicamos todos los títulos también en electrónico”, señala de Pablos, “pero este Mercado es mucho más lento que su equivalente en ingles. Los resultados en este formato están aún lejos de alcanzar el 10% de las ventas totales”.
A diferencia de Atria de Simon & Schuster o Celebra, del sello de Penguin, Ediciones Prisa con base en Miami publica eminentemente en español. De los cerca de 20 títulos para adultos que se lanzaron el año pasado, La Reina del Sur, de Arturo Pérez Reverte se colocó con cerca de 80.000 ejemplares a la cabeza. Cerca de la mitad de sus títulos como Conquistadora, de Esmeralda Santiago han sido contratados localmente. Una de las novedades más destacadas en este área es Sam no es mi tío, una antología de ensayos y crónicas de autores en español que han vivido en Estados Unidos como Daniel Alarcón y Edmundo Paz Soldán. Matute explica que el público lector en español no se corresponde exactamente con la distribución geográfica que arroja el censo. Aunque en California se encuentra la mayor parte de población hispana, Miami es su mercado número uno. “Esto se debe al nivel cultural, al nivel económico y a que aquí uno puede vivir y trabajar sin hablar una palabra de inglés y por tanto resulta un ambiente más propicio para leer en español”. Los referentes literarios, señala, a menudo son grandes autores de los países de origen de los hispanos. ¿Cuál es su pronóstico para el futuro? “En los últimos meses hay un nuevo renacer en este mercado, que lucha contra su propia transición”, dice Matute. “Hay más demanda que oferta y es imposible llegar a todos lados porque no es rentable, pero el e-book solucionará mucho de todo esto”. Los cerca de 40.000 títulos electrónicos en español que Barnes & Noble ha puesto a la venta parecen ir encaminados en esta dirección.
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