Bomberos combatiendo el incendio; nunca se lo agradeceremos suficientemente.
Poco se puede decir de la tragedia que supone el fuego en nuestras pequeñas islas donde se quiere y se mima la naturaleza de la que disponemos como oro en paño. Este verano, inmersos en esta ola de calor que parece no remitir nunca, le toca el turno a Tenerife, como antes lo sufrieron islas hermanas (baste recordar los pavorosos incendios de La Gomera o Gran Canaria; o, por descontado, la pasada erupción en La Palma).
Dos helicópteros sobrevolando el incendio listos para descargar.
Nótese la escala frente a la humareda, son dos pequeñas hormigas.
Las noticias me llegan de todas partes, de amigas desalojadas de sus casas, de pueblos confinados; sobre todo fotos por WhatsApp de lugares que conocemos todos con el fuego como telón de fondo. Terribles fotos, una tras otra. Es tristísimo. Sólo nos queda seguir expectantes, enviar a los bomberos, a los pilotos de los helicópteros, hidroaviones y drones de seguimiento, en definitiva a todos lo que están al pie del cañón trabajando para que esta pesadilla se termine, nuestra energía más positiva, nuestro ánimo y nuestro absoluto agradecimiento. Finalmente unas imágenes que nos llenan de esperanza y de optimismo.
Hidroaviones repostando en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife.
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