No puedo decir que los buenos amigos son como el buen vino porque no bebo y no le haría justicia a mis sentimientos, ni por asomo. Hoy, después de una mañana sin interés alguno, he tenido un almuerzo con mi amigodetodalavida y, por la tarde, una reunión de trabajo que, además de ello, fue como asistir a una clase de Fray Luis de León. Qué placenteras son estas pequeñas cosas imprevistas.
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