miércoles, 6 de junio de 2012

UNA REINA QUE NO CAZA

Desde que el hombre ya no necesitó cazar para comer, la caza se convirtió en un pasatiempo al alcance de muy pocos. Es por eso que los primeros en ejecutarla como un pasatiempo fueron reyes y nobles. Quizás el mejor ejemplo de como cambian los tiempos haya sido la caza del zorro en Gran Bretaña, pasatiempo de reyes desde Enrique VIII... Y prohibida desde hace siete años en las islas británicas.
Que caza y realeza estén unidas de manera tan indisoluble no es casualidad. Ni mucho menos. Los reyes europeos fueron, desde hace muchos siglos, los primeros impulsores de la caza como deporte. A todas las dinastías europeas les ha gustado la caza y la han practicado a lo largo y ancho de toda Europa y durante varios siglos. Francia, España, Inglaterra, Alemania... La caza ha sido y sigue siendo un pasatiempo real.
Así que no es de extrañar que el Rey Don Juan Carlos se dedique a una de sus actividades favoritas a pesar de las varias operaciones que ha tenido. Gran amante de la caza, la edad del monarca no había sido un impedimento para irse de montería y de safari... Hasta ahora. Una afición que, además, le ha transmitido también al Príncipe Felipe. Sin embargo, Don Juan Carlos no es el único miembro de la realeza mundial que gusta del ritual de la caza. En Gran Bretaña, prácticamente toda la familia real ejerce de cazadores excepto la Reina Isabel II.
Una afición de la que antes disfrutaban en las islas británicas pero que ahora han tenido que llevarse... A España. Carlos de Inglaterra, Guillermo, Enrique, el Duque de Edimburgo, o el príncipe Eduardo acostumbran a desplazarse a Ciudad Real, Andalucía o Extremadura en busca de caza.
Y es que desde que en 2005 Gran Bretaña ilegalizará la tradicional caza del zorro con perros, los británicos tuvieron que irse con las escopetas a otra parte. De hecho, Don Juan Carlos ha acompañado en varias ocasiones al Príncipe Carlos en sus aventuras cinegéticas.
Otra de las casas reales (en este caso principescas) de Europa a la que le gusta la caza es Mónaco. Ernesto de Hannover y Carolina de Mónaco han cazado en España, como antes lo hizo el padre de la princesa, Raniero. O como sigue haciendo, cuando puede, Alberto de Mónaco.
En Suecia y Dinamarca, las casas reales también gustan de cazar. Carlos Gustavo de Suecia o el marido de Margarita, Reina de Dinamarca, Enrique de Laborde; son grandes y reconocidos cazadores.
Incluso en Holanda, el hijo mayor de la Reina Margarita, el príncipe Guillermo Alejandro, fue muy criticado en su momento por cazar perdices en 2007 en Cáceres... Cuando estaba prohibido en su país.
Está claro que la caza es y seguirá siendo fuente inagotable de polémicas.

No hay comentarios: