Estos días voy poco al estudio, me aburro, hay poco trabajo´; pero aún así hay tardes que paso escuchando música y dibujando, solo, después de un café en el bar del barrio. Así, la semana pasada, me dispuse a terminar de montar los planos del proyecto de vivienda que acabé en la costa de Fasnia, al sur de Tenerife, y coloqué en la bandeja del CD del ordenador un disco de música en mp3 que vi cerca de mi mesa. ¿La música? una extraña mezcla: las pegadizas canciones de siempre de "Mocedades", las melodías cursis y agradables de "José Luis Perales" y el ritmo más marchoso de "Jason Mraz". Pensé mientras la escuchaba, voy a grabarle un CD a Yeyo. Y así fue.
Yeyo tiene el bar debajo de mi trabajo, por lo que resulta ser la primera persona con la que hablo cada mañana, después de saludar a mis perritas, claro está. Le di el CD de regalo y lo puso sobre la marcha. Y con esto ha pasado algo simpático: desde que abre el bar pone mi música, de manera que estos últimos días, como debe abrir a la misma hora y yo llego al bar normalmente a una hora determinada (me guata leer un poco tomándome un cortado antes de entrar a trabajar), siempre, y digo siempre, escucho el mismo tema de Perales cuando me siento en la barra. Le debe gustar más este disco que el otro que le grabé, los grandes éxitos de Van Morrison, porque éste aún no lo he escuchado en el bar. Aunque claro, cuando lo haga, imagino que empezaré el día siempre con la misma canción; ya les contaré.
♫
José Luis Perales y Alejandro Fernández
*¿Por qué esta soledad?
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