¿Por qué vamos al cine? ¿por qué nos fascina tanto sentarnos como voyeurs dos horas frente a una pantalla? ¿qué le pedimos a una película...?
Están loa que van al cine para sumergirse en temas profundos, los que solo piden entretenimiento, los que quieren sufrir y los que no, los que buscan sangre, otros ñoñería simplona, los que buscan sexo, paisajes, vestuario, bandas sonoras, historias bien contadas, efectos especiales, emociones fuertes, terror, etc., etc.
El cine es diferente para cada uno de los espectadores porque cada cual le pide algo diferente.
A mi me tiene que entretener, y ya con esto me tiene casi conquistado. Si además de ser amena está bien rodada, los actores son buenos, te engancha la historia, tiene sus toques de humor y otros de surrealismo, hay emociones, acción y además el guion es suficientemente creíble nos encontramos ante una película que, sin pretenderlo, lo tiene todo (o casi).
Algo así me pasó anoche con "Kingsman. Servicio Secreto", una película aparentemente sin trascendencia que no solo me entretuvo sino que me hizo pasar un rato magnífico. Otra vuelta de tuerca, con humor, al agente secreto al estilo James Bond, con el consiguiente toque inglés, buen gusto, magníficas casas, un vestuario impecable, una genial banda sonora y, por supuesto, un malo malísimo (este malvado, interpretado por Samuel L. Jackcson, no me gustó demasiado porque este actor hace que todos sus papeles sean muy parecidos -aunque habría que verlo en V.O. porque el doblaje ayuda poco a esta cuestión; aún así el malvado megalómano iluminado está a la altura de lo que se espera de un personaje como este).
Ahora, vale la pena ver la película por el momento final, espectacular. Cine total.
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Reino Unido
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