By Alexis García Barroso
Me escribe un amigo desde Austin, Texas; las vueltas de la vida son un misterio y hoy están aquí compartiendo un desayuno ¿y mañana? A los amigos a quien se quiere se les echa de menos de igual forma, mucho, pues dejan un pequeño vacío en nuestro ser que no puede rellenarse. Cada uno de ellos es una pequeña pieza de nuestro puzle personal y, como tal, encaja en un solo hueco y este hueco, por tanto, solo está preparado para una única pieza. Qué felicidad cuando las piezas encajan... ¿no les ocurre esto cuando, por ejemplo, disfrutan de una buena conversación o de un día de campo rodeado de amigos? Algo tan simple y tan grande al mismo tiempo.
Solo nos queda desear que los amigos que están fuera sean felices, porque nosotros lo seremos también, y que vuelvan.
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