martes, 31 de enero de 2012

PAPERBOY


Eli Paperboy Reed & The True Loves from Carmen Sin on Vimeo.

"El 'soul' no es cosa de blancos o negros, es cultura americana"
Eli 'Paperboy' Reed graba un disco con una banda de Girona y prepara su siguiente trabajo. El cantante y compositor reivindica la actualidad de un género que en pleno 'revival'.
Daniel Verdú Madrid 27 ENE 2012 - 14:00 CET
 
¿Qué hace Eli Paperboy Reed (Boston, 1983), uno de los reyes del nuevo soul americano del momento, en Girona? Además de comer bien –una de sus pasiones- y ver el mar con su novia, claro. Pues aunque suene un tanto exótico, el joven soulman acaba de grabar un disco con un grupo catalán que brillos Motown y que canta en inglés: The Pepper Pots. Un EP de cuatro canciones titulado Time and Place, que ha producido el joven músico de Boston. “No había oído hablar de ellos, la verdad. Pero un día vinieron a verme a un concierto que hice en Girona y un amigo mío me puso un disco suyo. Sonaban muy bien y me propusieron grabar algo juntos y que lo produjera yo. Era la primera vez que iba a hacer algo parecido, así que acepté”, cuenta por teléfono Reed desde su casa de Brooklyn.
Así que Paperboy, apodado así por la gorra que llevaba cuando empezó a granjearse una reputación en la esenca de Massachusetts, que se encontraba entre medio de dos de sus proyectos (acababa de lanzar su segundo disco y ya tenía en la cabeza el tercero, que grabará en primavera), se mudó una semana a Girona. “Lo pasamos muy bien. Eran gente muy maja y fuimos capaces de trabajar. Escucharon los que les decía y me hicieron caso en lo que yo creía que podía moldear el sonido”. Pero ahí queda la cosa de momento. No hay plan de que el EP se convierta en LP.
Los Pepper Pots, cuenta Reed, venían de un estilo más cercano al reggae o ska jamaicano y tenían un sonido bastante limpio, más tipo Motown. “Yo suelo tocar de una forma más pesada, más sucia. Tuve que cogerlos y enseñarles ese estilo distinto que me gusta, llevar un poco el sonido hacia a mí". Hacia él, que en realidad, es también hacia los EE UU, cuna referencial de todo el invento. Porque el asunto remite al eterno dilema. ¿Es posible sonar auténtico viviendo en Girona y haciendo una música tan calada en el contexto de la cultura norteamericana?
“Es una pregunta muy difícil. Yo creo que tienes que hacer lo que es más natural para ti. Para ellos, en cierto modo, es natural, sobre todo la parte musical. Pero me gustaría verles cantar alguna vez en catalán, porque eso es para ellos lo más natural”. Pero claro, la pregunta, aunque se es posible que Eli se cabree, también podría hacerse en otra dirección: ¿Cómo puede entenderse el soul, una música tan negra, desde una voz blanca? “Mira, yo creo que eso no es ni una pregunta. Hay grandes nombres, enormes, en la historia del soul llena de blancos. El soul es la cultura americana, no es una cuestión de negros o blancos. Aplicar la raza a esta cuestión es innecesario”, sostiene.
Porque eso es para él el soul: música contemporánea estadounidense. Y punto. No traga tampoco con el concepto revival aplicado al género. “Porque nunca se ha ido”, protesta. Y da la bienvenida copn toda la naturalidad del mundo a la nueva ola de cantantes un tanto más comerciales que inició el fenómeno Amy Winehouse –“hizo un gran disco, luego fue una pena que no fuera capaza de seguir aprovechando su talento- y cuyo último gran exponente es Adele. “Yo llevo haciendo esto mucho tiempo. Pero me encanta escuchar la música que se hace ahora en blues y soul. Es música moderna y es interesante. Creo que Adele es maravillosa. Es honesta, verdadera y está haciendo muy buenos discos modernos influenciados por el soul”, matiza marcando cierta distancia respecto a ese tipo de sonido.
Paperboy, asiduo a los garitos españoles, se ha pasado los últimos años en la carretera mostrando su música en escenarios de todo pelaje. Pero dice que todo el asunto nada tiene que ver con la crisis de la industria del disco. “Se puede vivir vendiendo discos todavía. De hecho la venta de música ha aumentado gracias al mercado digital. ¿Piratería? Hay mucho que hacer. Pero va a habar un cambio de generación ahora. El gobierno no puede hacer mucho [se refiere a la polémica Ley Sopa]. Lo que pasará es que la nueva generación que ahora es adolescente no es parte de la cultura de las descargas masivas de hace 10 años. Empezarán a respetar la música y a sus autores y de una forma u otra pagarán por lo que hacemos”, suelta en un arrebato quizá más de esperanza que de realidad estadística.

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