Hace años, sin pareja, me preguntó alguien por mis expectativas: alguien normal, contesté. Y sigo pensando igual, la normalidad es un plus, claro que con una pincelada de generosidad (los muertosdehambres, no sé si me entienden, me ponen enfermo).
Ya me desvío y no es mi intención.
Hablaba de la gente normal, sí. Hoy de Jesús Calleja, que vuelve del espacio y se echa a llorar cuando le preguntan ¿qué tal? Me cae bien este pibe, no puedo decir otra cosa.