martes, 1 de octubre de 2024

GUERRA INFINITA

Leo con gran interés, como no puede ser de otra manera, la guerra entre Israel y Gaza, o viceversa, ahora extendida al sur del Líbano (de Líbano, dicen ahora; pues yo siempre he dicho "del", o sea El Líbano, a pesar de que ahora me digan que el artículo ha desaparecido). La guerra periodística ya la ganaron los palestinos; Israel es lo peor y el/los contrincante/s son unos santos, pero ¿y qué pasa en El Líbano? No podrán decir que el país también ha estado subyugado por Israel, ocupado, o de la forma que se quiera llamar. 
Dejando aparte Gaza y lo ocurrido en octubre de 2023 en los kibutzs o en el ya tristemente famoso concierto con sus muertos y rehenes, tema sin concluir a día de hoy, vemos cómo la guerra se extiende como mancha de aceite, ahora hacia El Líbano, donde año tras año Israel recibe cohetes y misiles varios disparados por Hezbolá. Pero, hay que ser políticamente correcto y demonizar a Israel porque defenderse no es nunca una opción. "Hay que llevar al jefe de Hezbolá a la Corte Internacional", rezaba el editorial de un periódico hace unos días. Mientras lo leía pensaba, ingenuo de mí, cómo podía hacerse esto:
> Señor líder, Don Hassan Nasrallah, acompáñenos al Tribunal a ver si lo condenan por niño malo.
La hipocresía de los políticos y periodistas ha llegado a puntos insospechados, a cotas tan altas que se les llena la boca llamando nazis a Israel y se quedan tan anchos.
Como siempre, luchemos porque la guerra termine, esto es lo importante. 

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