Me gusta este verbo, "revisitar", del que la RAE dice: Volver a considerar una idea, una obra o un autor, a veces con un nuevo enfoque. Hacía tiempo que no hablaba de mi situación laboral, del zulo, del estanque de las pirañas, del concepto de nueva jerarquía, de los dichosos másteres, de la vuelta de tuerca al acoso laboral, del borde del abismo, de las noches sin dormir, de la prepotencia en grado sumo, de las manzanas podridas.
Que los juristas han tomado el poder en las Oficinas Técnicas es un hecho palmario, sobre todo los miopes o ciegos, aquellos que "no ven" nada nunca; los políticos, por su parte, con tal de no mojarse, silban y miran al cielo azul, que de lo que no se habla no existe. Los másteres han sustituido a los títulos universitarios, la frase yo tengo un máster en tal o cual sirve para todo, ya lo decía Ana Obregón, precursora del máster como tarjeta de visita.
> ¿Pero si tú estudiaste marquetería?
> Ya, sí... pero t e n g o u n M á s t e r (dígase con la boca llena, tipo gangoso, como si de una otrora azafata de IBERIA se tratase).
Yo ya estoy pensando muy seriamente hacer uno, apuntarme a algo que me guste y, por qué no, tatuármelo en la frente: tengo un máster. ¿Cómo se dirá en caracteres chino esta frase? ¿No les parece que quedaría bien? El la frente, en el gemelo, en un antebrazo, en el cuello. Siendo arquitecto estaría bien uno en Derecho Urbanístico, sería el puto rey. Cuando alguien me dijera ¿qué haces informando técnicamente justificando con leyes y decretos? Es que tengo un máster en Derecho Urbanístico, contestaría, y ante tal respuesta dejaría a mi interlocutor planchado. ¡Bazinga!
¿O qué les parecería uno en astrofísica sideral, cocina, mecánica de motos de agua, reproducción asistida de caracoles, esperanto, cinismo, hipocresía política, TELE5, disco chino, astronáutica, juventuddivinotesoro? Apasionante este mundo del máster, se me abre un abanico con un sinfín de oportunidades.
El puto amo, vamos.
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