Todo el que me conoce sabe de mi hipersensibilidad (les aseguro que es real) hacia el sufrimiento infringido hacia los animales Todo lo que tenga que ver con el maltrato, ya sea en forma de deporte, fiestas populares, tradiciones bárbaras, etc., no entra en mi cabeza, no lo comprendo, no lo entiendo. Pero quizá una de las demostraciones más terribles de la barbarie humana, del sinsentido, del sadismo, sea la fiesta del "Toro de la Vega", eufemístico nombre para la tortura pura y dura de unos bestias armados de lanzas contra un pobre animal indefenso. Y pensar que "la tradición" es la razón que esgrimen estos individuos inhumanos para seguir con esta "fiesta"... Les aseguro que por mucho que le doy vueltas no puedo entender cómo a alguien con un poco de corazón le puede gustar (salvo a los sádicos, claro está), clavarle una lanza a un animal hasta que éste muera, sin motivo ninguno. Menos aún si se trata, supuestamente, de una fiesta para goce de los lugareños y turistas. Y pensar que esta barbaridad es de Interés Turístico Regional; ¡matar a un pobre animal delante de la gente enfervorecida es de Interés Turístico! ¡asombroso!
Yo, por lo pronto, los 11 de septiembre me AVERGÜENZO de ser español, y lo siento por los vallisolentanos que no tengan que ver con esta carnicería, pero Tordesillas y Valladolid están vetados para mi como lo estuvo Sudáfrica durante el aparheid. Solo espero que pueda ver el día en que desaparezca esta canallada y las corridas de toros, que haya un Presidente de Gobierno, un Rey o un Pepito de los Palotes que tenga un par para dar un golpe en la mesa e impulsar una ley que acabe con toda esta terrible involución que sólo consigue sufrimiento gratuito y realmente innecesario.
Mi amiga Fina, a la que admiro por su fuerza, ha estado todo el día de ayer y hoy concienciando a través del Facebook de lo importante que son las movilizaciones con un fin tan noble como la desaparición/ prohibición del "Toro de la Vega"; yo ni siquiera soy capaz de colocar aquí ninguna foto sobre el tema.
Repito, hoy me avergüenza ser español.
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