El viaje se terminada justo al principio: Avilés. Razón (disculpa) para este salto a Asturias con visita programada al Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer ("el Niemeyer" para los amigos).
“Por San Andrés, Corderinos tres”, dicen. El tiempo muy bueno, ni frío ni calor, tirando pa'calor, y unas gotas la primera tarde en Oviedo. Bien asesorado, ojo al dato, metí a última hora un chubasquero (¿chubasquerín?) de esos que surte DECATHLON que caben en un paquete minísculo, los mismos que vienen tan bien doblados y embutidos que da pena abrir la cremallera sabedor de que después jamás, jamás, recuperará sus dobleces originales y mágicos. Pero he ahí que me sirvió bien, como Bib Fortuna a Jabba el Hutt, en palabras de Luke.
Ya me estoy desviando.
En Avilés, en cada casa tres, adonde llegué tras un agradable paseo en autobús desde la estación de Oviedo, me esperaba una mañana luminosa aunque con un cielo más bien gris, ambiente fresco tras una más que probable llovizna nocturna. Calculo que llegué a la ciudad sobre las 10 y la visita guiada estaba programada para las 12:30h, de manera que tuve la ocasión de dar un pequeño paseo antes, ver con calma las dos, no tres, exposiciones en el Centro (sobre éstas y el interior de las salas escribiré la última crónica) y tomarme un café antes de dar comienzo a la misma. El guía, bueno, estuvo decente, pero eché de menos un poco más de contenido arquitectónico. Mucha anécdota, historia abreviada de la ciudad, su resurgir, el turismo, la gastronomía, el casco antiguo y hasta algún crucero que recala en el puerto, pero poca arquitectura.
No me quejo, vimos el centro completo, incluso el auditorio, que es a lo que realmente iba, a falta de Brasilia. Tranquilos, ésta está en la lista de "ciudades pendientes".
Pequeño paseo por la ciudad, Centro Niemeyer con mucha calma y segundo y último paseo antes de mi regreso a Oviedo; Quien no vio a Oviedo, non vio el cielo.
Como ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras y yo no soy Paco Nadal, dejando clara mi fascinación por el arquitecto y su obra, poco más diré sobre este viaje que ha cumplido todas mis expectativas.
Gracias a mi compañera y amiga A (sí, tú) y a su familia por transmitirme ese amor por su tierra -su tierrina-, por darme consejos y por enseñarme sitios que conocer. Me sentía como en casa.
El Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, conocido habitualmente como Centro Niemeyer o simplemente el Niemeyer, es un centro cultural diseñado por el brasileño Oscar Niemeyer situado en la ciudad asturiana de Avilés (España).
Levantado junto a la ría de Avilés, contrasta con el casco antiguo de la villa y la tradicional imagen industrial de la zona gracias a sus líneas curvas y su predominante color blanco. Se trata de una de las pocas obras de Niemeyer en Europa y la única en España, siendo su diseño realizado unos años después de recibir el Premio Príncipe de Asturias.
Durante el mes de marzo de 2021 el centro celebró el X aniversario de su apertura con una serie de actos que se complementaron durante el año.
A la edad de 82 años, el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer (creador de la ciudad de Brasilia, mito de la arquitectura universal y hasta su muerte en 2012, único arquitecto vivo cuya obra es considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco) recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1989 en Oviedo de la mano del futuro Felipe VI, siendo este galardón el origen de la relación del arquitecto con el Principado de Asturias.
Años más tarde, con motivo del XXV Aniversario de los Premios Príncipe de Asturias, Niemeyer donó un gran proyecto al Principado. Esta es la única obra de Oscar Niemeyer en España y, según sus propias palabras, la más importante de todas las que ha realizado en Europa. Por esta razón, el Centro recibió el nombre de su artífice. Descrita por el arquitecto como "una plaza abierta a todo el mundo, un lugar para la educación, la cultura y la paz". Cuando se inauguró, Oscar Niemeyer había cumplido 103 años, participando con un vídeo en la inauguración.
El centro se ubica en la ría de Avilés, otrora núcleo de la industria pesada de la zona. Forma parte de un proyecto mayor para la zona conocido como Isla de la Innovación que pretende recuperar por completo la zona de la ría, pero a día de hoy sólo el centro cultural y la restauración del paseo fluvial se han completado. Lo conforman los siguientes espacios:
- La plaza: abierto al público, en la que se programan actividades culturales y lúdicas. Refleja el concepto de Oscar Niemeyer de lugar abierto. El acceso público a la plaza se realiza en el periodo diurno.
- El auditorio: En forma de "caracol", su escenario se abre hacia el patio de butacas pero también puede abrirse hacia la plaza exterior para las actuaciones al aire libre. También dispone de una sala para exposiciones de fotografía. En el mural de la pared lateral del auditorio se descubre la silueta de una mujer en relieve negro sobre fondo amarillo.
- La cúpula: La Cúpula es un espacio diáfano de aproximadamente 4.000 metros cuadrados destinado a exposiciones y actividades artísticas de diversa índole. Se trata de una semiesfera ejecutada en hormigón proyectado en cuyo interior destaca una lámpara de forma redondeada diseñada por el propio Oscar Niemeyer, así como una imponente escalera helicoidal de gran valor plástico. La silueta de esta construcción es similar a otras cúpulas de Niemeyer.
- La torre: Constituye un mirador sobre la Ría y la ciudad de Avilés. Con 20 metros de altura, posee un acceso helicoidal exterior que se abraza sobre una columna base para llegar al elemento superior, un disco rodeado por ventanales.
- El edificio polivalente y administrativo: que alberga la taquilla/recepción, la Sala de cine, la cafetería, varias salas de reuniones/conferencias y las oficinas del complejo.
(Wikipedia).
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