Montoro augura a los empresarios una posible subida de impuestos
Hacienda estudia limitar las deducciones de Sociedades y aumentos del IVA.
Miguel Ángel Noceda Madrid 27 MAR 2012 - 00:31 CET
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicó ayer las líneas maestras del proyecto de Presupuestos del Estado de 2012 que el Gobierno aprueba el viernes al Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), con el que se reunió a comer en Madrid. En el encuentro, que se celebró a petición suya, adelantó que, dentro de los ajustes que está estudiando el departamento, contempla la limitación de las deducciones del Impuesto de Sociedades (IS), que hacen que las empresas paguen un tipo efectivo muy inferior al 30% oficial (los grandes grupos reducen al 9,9% el tipo impositivo efectivo), y el aumento del Impuesto de Valor Añadido (IVA) en algunas partidas. Algunas de estas medidas se anunciarán el viernes; pero no todas.
Montoro, que no abundó en detalles, argumentó que los ajustes son necesarios para cumplir el objetivo “irrenunciable” del Gobierno de alcanzar el 5,3% de déficit público al que se ha comprometido con Bruselas. Esos ajustes, vías gastos e ingresos, se cuantifican en 35.000 millones, aunque Funcas (gabinete de estudios de las Cajas de Ahorros) considera que se pueden elevar hasta los 55.000 millones por el efecto de la recesión.
En ese sentido, el ministro exhortó a los empresarios que apechuguen en esa tarea de ajustes y que transmitan el mensaje de confianza en la fortaleza de la economía española. Asimismo, les pidió su opinión sobre las reformas que ha puesto en marcha el Ejecutivo del PP, como la financiera y la laboral, y las que aún deben abordarse. Algunos empresarios consideran que esas reformas deben completarse y, sobre la posibilidad de suprimir exenciones al IS (gastos financieros generados en el exterior, I+D, etc.), subrayaron que puede tener un efecto desincentivador peligroso para las empresas en temas que precisamente se quieren potenciar.
Es esta la segunda vez en los tres meses escasos que lleva en el cargo, que Montoro se reúne con este lobby, al que considera lo suficientemente representativo para tomar el pulso de la empresa española. Asimismo, el interés se enmarca en la fuerte presencia internacional que tienen la mayor parte de los 17 grupos que lo forman. Para el Gobierno es fundamental que estas entidades transmitan una imagen de solidez a los mercados en unos momentos en que estos castigan la economía española con aumentos de la prima de riesgos y caídas de la Bolsa (ayer el Ibex cayó un 0,69% hasta los 8.224 puntos). El Gobierno quiere impulsar esta internacionalización como efecto llamada a las pymes.
La reunión de ayer se produce casi de forma consecutiva de la celebrada por este grupo el martes pasado con el Rey Juan Carlos. En ese encuentro, el monarca insistió en la necesidad de que los grandes grupos españoles hagan de motor para las pymes. A la comida no pudo acudir toda la plana de los 17 empresarios. Fallaron Isidro Fainé y Leopoldo Rodés, que estaban en el consejo de La Caixa que aprobaba la integración de Banca Cívica; Emilio Botín (Banco Santander) e Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), que tuvo que presidir un acto del Club de la Energía, que preside, junto al ministro de Industria, José Manuel Soria.
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