El teletrabajo ha llegado y todos sabemos cómo ha sido, pero ¿habrá llegado para quedarse? Los obsesionados del control se han dado cuenta que funciona, sí, lo que nunca pensaron. Los trabajadores se toman esta fórmula en serio y los resultados están siendo muy satisfactorios para aquellas empresas y administraciones que se lo pueden permitir. Esta solución se sale de la línea recta, no es convencional, no es ortodoxa, pero si la experiencia, aunque se tan corta, dice que funciona, ¿llegará a convertirse en algo normal? ¿será voluntario? ¿obligado, incluso, como ahora? Sólo el tiempo lo dirá. La revolución francesa, la industrial, la electricidad, la Perestroika, caída del muro de Berlín, el 11-S... y ahora el covid-19; me da la impresión que lo sabremos muy pronto.
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