Asístí anoche, en el chat que comparto con mis amigos y que no ha estado tan activo jamás, a una "discusión online" sobre la supuesta amante de Pablo Iglesias, a colación de una foto que ronda por Internet. Siempre nos quejamos del puritanismo y la mojigatería de los americanos: que si la secretaria de Ted Kennedy le costó sus apariciones a presidente, que si tal senadora tenía contratada a una trabajadora ilegal, que si fulanito es alcohólico, que si tiene un hijo gay, etc. En España estamos cayendo en lo mismo, claro que así directamente se utiliza como cortina de humo, no nos engañemos; ¿a alguien de verdad le importa de quién se enamora ésta o aquel? Lo dudo mucho.
Cortinas de humo, una tras otras, para que perdamos la memoria y olvidemos los años oscuros donde, una y otra vez, se atacaba a la Sanidad Pública desde todos los flancos posibles. Ahora, si te he visto no me acuerdo. Que se callen todos estos que trataron -y tratan- de beneficiar a la sanidad privada, que se vayan de excursión con los antivacunas, otros que tal.
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