sábado, 19 de enero de 2013

AL FINAL TODO SALDRÁ BIEN Y, SI NO SALE BIEN, ES QUE NO ES EL FINAL

Dos películas, dos, una muy buena, la otra inclasificable, pero buena, me rindo ante la evidencia. Club de cine anoche con cena china previa: pollo con ajo, pato pekín, arroz tres delicias y rollitos de primavera para cuatro personas. La elección, de Gloria esta vez ¡por fin!, fue "Happiness", inclasificable como dije, dura, cruda, directa, desasosegante e inmisericorde, para usar la misma palabra de Gloria; una película donde casi casi nos encontramos de todo: infelicidad manifiesta, a pesar de su metafórico título, sexo, amargura, mentira, hipocresía, vacío, pederastia, suicidio y un guión directo, ágil y fuerte, pero que aún con todos estos ingredientes sigue siendo imposible de clasificar. Al final vuelve a ser una película como una ópera, o la amas o la odias, no hay punto medio.
Hemos visto, entre ayer y hoy, la estupenda película "El exótico hotel Marigold". En ésta acabas adorando a los huéspedes del hotel, cada uno con su personalidad (todos excelentes actores), sus vivencias, sus luces y sus sombras. Una película de amor que nos habla de la madurez, de la felicidad al fin y al cabo, bajo la luz y el olor de un país como India, con su ritmo tan frenético para algunas cosas pero tan lento para otras. Un país que te transmite optimismo y con el que terminas reconciliándote. Todos magníficos, aunque Maggie Smith  soberbia, como siempre.

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