miércoles, 23 de enero de 2013

PREGUNTAS RESPONDIDAS


¿Cómo es posible que, ante un hecho que crea tanta alarma social, tanto desasosiego, tanta tristeza, tanta preocupación, el Parlamento utilice las triquiñuelas administrativas -legales, presumo, y he aquí lo más triste- para eludir que el Presidente del Gobierno acuda raudo a la tribuna a explicarle al pueblo, al Pueblo Soberano, el mismo “que es sabio” cuando vota y decide en la “fiesta de la democracia”, según el típico y cursi tópico que nos repiten siempre los que ganas las elecciones generales),  qué ha ocurrido, qué ocurre ahora y qué se hará para depurar responsabilidades y evitar que la cosa se repita?
¿Cómo es posible que igualmente se vote que el Ministro de Justicia, este lobo con piel de cordero que antaño era considerado “moderno” dentro de las filas del PP, no comparezca raudo a explicar, sin que se le caiga la cara de vergüenza -¿cómo lo conseguirán-, el ya famoso indulto del kamikaze asesino?
Con pena penita pena, como diría nuestra copla, las respuesta las sabemos todos: la democracia es un espejismo, sólo existe, si existe, en época de elecciones. El gobierno del pueblo es un timo, como tener una parcela en la luna o ser el dueño de una estrella. A los políticos les importa un pimiento lo que piense el pueblo durante su mandato, está claro. ¿Y qué si incumplo TODO el programa electoral? El pueblo me avala, tengo mayoría absoluta. Y se quedan tan anchos.
Esta mañana hablaban de la comparecencia de Hilary Clinton, como Secretaria de Estado (lo que sería nuestro Ministro de Asuntos Exteriores) ante una comisión del Congreso para explicar las medidas de seguridad que tenía el consulado norteamericano en Bengasi durante el atentado que le costó la vida al embajador y a tres funcionarios más. En España estaríamos, estarían ellos, votando una comisión parlamentaria que, por supuesto, sería vetada por el partido en el poder. E igualmente se quedarían tan anchos. Mucho nos queda aún por aprender de la democracia en Estados Unidos.
Sólo nos queda la tristeza al ver cómo está todo. Y mientras, ELLOS tan anchos.

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