Históricamente los indicadores de progreso, calidad de vida, cultura, etc., de un país han sido la cantidad de hormigón o acero utilizado, número de médicos y hospitales, nivel de educación, universitarios, la exportación, venta de libros, periódicos y una lista que cuánto más profusa más objetivo es el resultado. Ahora los indicadores deben haber variado, pues únicamente escuchamos hablar de paro y de fútbol, o lo que es lo mismo paro, panem et circenses. En los centros de trabajo sólo se escucha hablar de las próximas rebajas de sueldo y de fútbol; ahora de la retirada del entrenador del Barcelona. Yo no entiendo nada, se los aseguro. ¿Es tan importante que un millonario entrenador de un equipo de fútbol se vaya del equipo? Claro, es una pregunta con trampa, ¡claro que es importante si media España suspira por ese equipo! (mientras la otra media estará contenta, supongo, del descalabro del rival). Para ilustrar de los que les estoy hablando baste´la "portada" de EL PAÍS online, donde vemos exactamente de lo que les hablo, el paro y el fútbol.
Mundo cretino.
Mundo cretino.
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