No me suelen gustar los Centros Comerciales y los macrosupermercados que conllevan casi siempre aglomeraciones; me agobian, me parecen ordinarios y chabacanos y siempre salgo con la sensación de haber comprado algo que no necesitaba. Hoy sábado salí a dar una vuelta con el coche para comprar un cartel de SE VENDE, para colocar en el estudio, abono para el césped, ahora que llueve un poco y está recién cortado, y una caja de DVDs para grabar un par de óperas que me han prestado. Para esto último me di un salto a Alcampo, después de pasar por la obra de las 42 Viviendas a echar un ojo a las fachadas, y me encuentro con un supermercado repleto: gente, gente y más gente. Total, que para salir con los DVDs estuve casi media hora en la cola de la caja, entretenido viendo como una señora, la que pagaba antes que yo, discutía con la pobre cajera para que las dos bolsas que había pedido (0,05€ cada una) las pasase en una cuenta aparte y así poder pagarlas en efectivo, porque ¡cómo me voy a llevar esta calderilla! Así que al final la doña ganó, las bolsas se facturaron en una cuenta aparte y se quedó el camino libre para poder pasar mis discos. Así se terminó mi mañana en Alcampo, que no en el campo, desgraciadamente.
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