Recordaba esta tarde, no sé muy bien la razón, el libro de Milan Kundera. Creo que estaba pensando en la relatividad de la vida, en lo relativo de lo que nos sucede. Hoy he pensado en las causas perdidas y en ese dicho tan inteligente: "escoge bien tus batallas, a veces es mejor estar en paz que tener razón"; he pensado en lo injusta que puede ser la vida, da igual la asertividad, los estudios, la preparación... la suerte, he ahí el quid, y a ver cómo me lo rebaten. Por otro lado también lo he hecho en el trabajo, ese que debemos agradecer pero sin quejarnos, ese, sí, ese mismo. He pensado en el consumismo, en quien es tan pobre que no tiene nada más que dinero, como diría Sabina, en las injusticias nacionales, en la corrupción, en los sádicos festejos patrios, en los perros abandonados, en los parricidas, en los hombres que no aman a las mujeres y las matan para después suicidarse, en los que abandonan perros en verano, en los que no cuidan a sus ancianos, en los niños de la guerra, en la insolidaridad de occidente, en los inmigrantes que lo dejan todo atrás, en los bancos, en Alemania, en Grecia, en la mala memoria colectiva, en Venezuela, en Cuba, en los sindicatos, en el Gobierno, en la Oposición, en los arquitectos, en los controladores aéreos, en los autónomos y en los dependientes, en la mediocridad, en los delirios de grandeza, en los desclasados, en los snobs, en los que todo lo saben, en los impuesto que deja de pagar la Iglesia, en el opio del pueblo, en lo estúpidos que podemos llegar a ser, en las tradiciones, en la prostitución infantil, el turismo sexual, la pederastia y la ablación... He pensado en los niños de la guerra, en las matanzas, en los toros, en los toreros muertos, en los "mozos" corneados, en las tonadilleras, en Tele5, en los jefes y jefas, en la mala gente, en los/las cotillas, en los que nadan y guardan la ropa, en los que solo saben comprar pero no dar cariño, en los veganos, en los carnívoros, en los de "lo hago por tu bien", en no es lo que parece, en los no eres tú soy yo, en la juventud perdida, en la vejez, en la soledad, en la maravillosa música, en la naturaleza, en Sísifo, en mi socio muerto, en lo humano y en lo divino.
Esta tarde está nublado, anochece antes de lo normal, me temo que no puedo pensar en nada bueno ahora. Necesito vacaciones ya.
Luz Casal, *Un día marrón.
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