viernes, 1 de noviembre de 2024

USA TODAY

 

LA CULPA, SIEMPRE LA CULPA

 

En 2002 sufrimos una riada en Santa Cruz de Tenerife. No hubo tantas víctimas como en Levante ahora, pero también fue una tragedia: Las lluvias ocasionaron 8 muertos, 12 desaparecidos y decenas de heridos. Además de las pérdidas humanas la riada causó cuantiosos daños materiales, 70.000 personas sin luz así como la destrucción total o parcial de al menos 400 viviendas. Las pérdidas se calcularon en 90 millones de euros. Me vino a la cabeza aquel hecho al ver esta foto publicada,, donde se ve perfectamente la altura hasta la que llegó el agua, calculo que caso 2 metros; en mi caso, que también sufrí la inundación en mi casa, el agua llegó hasta 1 metro. El olor y la humedad que sentí al entrar no se me olvidará nunca.
En Valencia van por 158 muertos, increíble. Personas anónimas, niños, ancianos en una residencia y hasta empresarios conocidos, no se salvó ni el apuntador. No hablamos de China, ni del tercer mundo, hablamos de una zona de España más que acostumbrada a las lluvias torrenciales. Aún así muertos y más muertos.
Es hora de llorarlos y de acompañar a las familias, de limpiar, secar, recoger, tirar... Los políticos, cómo no, sólo intentan sacar réditos a la situación y más que pensar en el futuro ahora toca el fango, que si tú, que si tú no, que si tú más. Dan tanta pena y tanta rabia que uno entiende perfectamente la desafección general a esta gente. No hay sistema político mejor, según parece, pero uno añora uno que no debe existir para que esta gentuza desapareciera del mapa y si te he visto no me acuerdo.
Yo quiero todas las competencias ya mismo, pero ojo, si pasa algo la culpa es tuya, o de los servicios de emergencias, o del cha cha chá.
La nula capacidad de autocrítica de algunos -muchos- políticos es digna de un estudio sociológico (¿o no será mejor un estudio psiquiátrico?).
> Quién tiene la culpa? Los de la acera de enfrente.
> Ah, pero es que en esa acera me dijeron que eran los de ésta.
Un Día de Todos los Santos, y una víspera, para recordar. Unos políticos para olvidar.