lunes, 6 de noviembre de 2023

RECOMENZANDO


Mis lunes son todos menos cascabeleros.
Después de una fin de semana tranquilo casero, sin vida social salvo la salida al concierto del viernes pasado, la visita a casa de unos amigos y el desayuno con mi amiga I, reempiezo la semana sin ganas, tras una noche de pesadillas vívidas que se ha vuelto un hecho recurrente los domingos, esta mañana fresca y lluviosa, escuchando el arpa de Granados.
¡Sueldo de fin de mes!, éste es el mantra que me debo repetir cada mañana, sobre todo cada lunes, al llegar a la oficina con el alambre de la sonrisa impostada que cuelgo en el perchero cada jueves y recupero ahora mismo. Me consuela la música y la soledad de estas dos horas primas, los amigos y compañeros que tengo, valiosos, y como siempre los saludos de los lugareños cuando me cruzo con ellos por la calle.
8 contestaciones a correos, nueva lista de trabajo pendiente, un billete a GC de ida y vuelta y una guitarra sonando de fondo.
Se acercan dos celebraciones, un salto a Madrid y las Navidades cartageneras con una pincelada de Cuenca. Lo bueno de todo esto es que, llegados a este punto vital, el tiempo pasa raudo, así que en un abrir y cerrar de ojos vuelto a estar fuera del zulo.
Enrique Granados, *Valses Poéticos H.147, nº1.

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