jueves, 30 de noviembre de 2023

TSÉ-TSÉ, ZZZZZZZ


¿Por qué se producen ataques de sueño durante el día?
Si una persona tiene somnolencia diurna y duerme suficiente durante la noche, con un sueño de buena calidad, hay que evaluar si se trata de una enfermedad.
Milagros Merino Andreu, 30.NOV.2023

Cuando una persona adulta necesita dormir siesta durante el día, la causa más frecuente es que el sueño nocturno no es reparador o no es suficiente. Eso es lo primero que hay que pensar cuando ocurre y esa es la causa más frecuente de los ataques de sueño, aunque hay causas infrecuentes, como algunas enfermedades neurológicas que aumentan la presión del sueño, por ejemplo, la narcolepsia. Este trastorno es una enfermedad que provoca unos ataques irreprimibles de sueño y que además se acompaña de ataques de debilidad e incluso de caídas al suelo cuando el enfermo o la enferma se ríe.

Si una persona tiene ataques de sueño diurno y duerme suficiente durante la noche, con un sueño de buena calidad, ya hay que evaluar si se trata de una hipersomnia central como la narcolepsia, una hipersomnia idiopática o una hipersomnia recurrente. La narcolepsia es un trastorno que provoca somnolencia durante el día. Las personas que tienen esta enfermedad tienen dificultad para mantenerse despiertas durante mucho tiempo y se duermen de forma repentina en cualquier circunstancia. La hipersomnia idiopática provoca, también, una gran somnolencia durante el día y la persona tiene una gran dificultad para despertarse. El término idiopático aplicado a una enfermedad significa que desconocemos la causa que la provoca. Y la hipersomnia recurrente provoca a quienes la padecen episodios recurrentes de somnolencia durante el día, uno o varios días, independientemente de que se haya dormido lo suficiente durante la noche.

En una primera aproximación, cuando una persona llega a la consulta porque tiene ataques de sueño durante el día, hay que descartar que el sueño nocturno sea de mala calidad o de corta duración. La solución en este caso es, evidentemente, dormir bien por la noche. Pero imaginemos que, debido a nuestro tipo de vida, nos acostamos tarde y nos levantamos temprano. En ese caso, si podemos dormir siesta hay que dormirla porque eso nos va a permitir cargar la batería. Si tenemos la oportunidad de dormir siesta después de comer, una siesta breve de menos de 30 minutos puede solucionar el problema.

Hay un aspecto sobre los ataques de sueño diurno que es muy importante considerar y es cuando nos ocurre conduciendo el coche. En este caso, hay que saber que no sirve de nada cantar, bajar la ventanilla o poner el aire acondicionado fuerte. Lo único que funciona es parar y dormir. Si vamos al volante y sentimos somnolencia, debemos parar en una estación de servicio, dormir quince o veinte minutos, después refrescarnos la cara y de esa forma volvemos a estar alerta. Todo lo demás son medidas inútiles.

Respecto al insomnio, debemos señalar que es más frecuente en mujeres. En la última encuesta que se ha realizado y que está avalada por la Sociedad Española del Sueño, se ha visto que, con respecto a un estudio realizado hace veinte años, se ha duplicado la incidencia del insomnio, y el grupo de población en el que es más severo no es el de los mayores sino la población de adultos jóvenes. Este dato nos ha sorprendido mucho a los expertos en sueño, la razón detrás de él es que quizás se tiende a restar tiempo al sueño para dedicarlo a hacer otras cosas.

Existe un dato muy curioso: las personas que tienen insomnio tienden a infravalorar su sueño; a lo mejor duermen una hora y creen que no ha dormido nada. Con la somnolencia diurna ocurre al revés: lo vemos cuando a la consulta llega una pareja y se le pregunta a uno de ellos si se duerme durante el día y nos dice que “no”, entonces la pareja contesta “¿cómo que no? Si en cuanto te sientas en un sillón te duermes”.

Con cualquier problema de sueño, si dura más de un mes hay que acudir a la consulta de medicina de familia y buscar que nos deriven a la especialidad de sueño.

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