viernes, 20 de septiembre de 2024

MALATESTA

Azorado me despierto hoy tras tener una extraña pesadilla con persecuciones y pérdida de algo; es increíble la capacidad, o la poca ídem, para olvidar un sueño al poco tiempo de despertar. Así, zombi, lego al trabajo este viernes que, por fin, me anuncia el final laboral de esta semana, que no el fin de mi vida social: Sinfónica esta noche (música de John Williams y Gershwin) y cena mañana. Y se acabó lo que se daba por esta semana, que ya está bien.
Almorcé ayer con un arquitecto amigo, o amigo arquitecto, que lo mismo es en este caso, y me decía que no entendía cómo podía aguantar este ritmo. ¿No lo sabes?, contesté. 
Yo tampoco.
Hablamos de salud, ¡cómo no!, de libros, de música y del futuro, que no es otro sino hoy, y quedamos emplazados para un próximo almuerzo en fecha incierta.
Oficina, comida compartida, café, ferretería y a la cama. Logré acostarme, que no dormirme, a las 21h, todo un récord. Sin lectura ni móvil ni lechecacharro, creo haberme quedado frito en pocos minutos. Una bendición.
Don Pascuale suena en Spotify y yo reviso la lista de trabajo e informes de hoy -con una primera visita a la Ermita de Machado por una posible obra-. Sólo pienso en la siesta que me voy a pegar una vez almuerce con mi madre. 
Por otro lado, siguiendo la senda del masoquismo autoimpuesto, valga la hipérbole redundante, leo los titulares de los periódicos nada más levantarme, ¡qué necesidad! Ninguna, palabra. Tras no-sé-ya ni cuántos días escuchando todas las barbaridades posible sobre Perrosánchez, perdón, Pedro Sánchez: el Gobierno de España es bolivariano, el Gobierno apoya a Maduro, el Gobierno coaccionó a Edmundo -el único Presidente electo de un país que vive fuera de su país pero que, eso sí, es aclamado como tal por Europa-, el mismo que ha dicho, textualmente, "no he sido coaccionado por el Gobierno español ni por el embajador,  todo llega su zénit  esperpéntico cuando el PP y maduro acusan a la vez a Sánchez de un Golpe de Estado a favor o en contra del régimen. Mientras en Madrid, by the way, se acumula la basura y las críticas a Almeida, más preocupado por cargarse a Sánchez que por su ciudad. Por cierto, Feijóo se va a Italia a reunirse con Meloni. 
De pena uno, de pena la otra, de pena éste.
Y Clavijo feliz ayer con su minuto de gloria junto al rey, un poco de remanso de paz tras sus aspavientos sobre los inmigrantes, el Gobierno y la Oposición, que la de aquí y la de la metrópoli parecen ser  diferentes, si lo he entendido bien, que igual no.
 
 

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