jueves, 26 de septiembre de 2024

EL SUPUESTO

 
Cuán diferentes somos todos. antes, cuando alguien "metía la pata" y lo cogían robando, por poner un ejemplo, o le cortaban la mano o se lo cargaban (Edad Media), lo exiliaban o se lo cargaban igualmente (Feudalismo) o, simplemente, el susodicho hacía mutis por el foro y desaparecía discretamente para a) cambiar de lugar de residencia; b) cambiar de nombre; c) ambas cosas. El cine y la literatura han dado buena cuenta de ello en tantas y tantas películas de época, sin hablar de las novelas.
Hoy las cosas han cambiado, ¡y cuánto! Personajes como Juan Carlos I, rey, emérito ahora, no sólo supuesto ladrón de guante blanco, blanqueado hasta el límite, sino campechano donde los haya, ligerito de cascos (uno ha de ser respetuoso), amasador (no de panes precisamente), supuesto comisionista, cazador mayor mataelefantes, (Froid y Demond Morris tendría mucho que decir al respecto) y autoexiliado en su cárcel de oro -léase Abu Dabi- acosado por las investigaciones sobre su fortuna en el extranjero (EL PAÍS dixit), no sólo no hace una vida discreta allende los mares sino que se mueve como pajarito libre entre regata y regata, avión privado aquí y allá...
Emérito, bonito eufemismo. 
Emérito, palabra a la que la RAE define como persona que se ha retirado de un empleo o cargo, especialmente el de de profesor, y disfruta de algún premio por haberlos ejercido de forma meritoria. Que disfruta de su premio es un hecho, merecido o no, pues después de todo lo que ha aportado a España, ¡España!, cosa que nadie niega, parece que el pobre se desvió un poco y pasó de dar ejemplo a dar vergüenza. 
Ahora, como no es suficiente su numerito recurrente de anciano "amante de la vela",  nos amenaza con la publicación de sus memorias, en francés no vaya a ser que alguien las pueda leer aquí, que ya se sabe que los españolitos no destacamos por saber idiomas, porque, el pobre, tiene la sensación de que le están robando su historia, como ha dicho él mismo. La expectación es tal que no se recuerda desde las colas frente a las librerías tras el anuncio de la publicación de algún tomo de Harry Potter.
Juan Carlos I, el rey emérito, ha titulado sus memorias francesas "Reconciliación".
Es lo que hay.

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