miércoles, 7 de julio de 2021

VELANDO

Ayer murió el padre de una compañera de trabajo, una amiga querida.
>Espera, vuelvo a casa que olvidé un papel, espérame en el coche. Y ¡zas! infarto fulminante en la escalera.
Velatorio por la tarde, protocolo COVID. Maldito. Nada de abrazos ni besos. Dos horas compartidas con ella para darle ánimos, apoyo, acompañamiento. Para morirte solo tienes que estar vivo, se repetía; hoy estamos aquí y mañana... Rancios somos.
Juventud, divino tesoro, qué tiempo cuando la muerte no nos rondaba como ahora. Nos queda dar las gracias al abrir los ojos cada mañana, o como decía Almodóvar en una de sus películas, cuando me duele todo creo en Dios, cuando solo me duele una parte del cuerpo soy ateo.
Beethoven, "Fidelio", *Mir ist so wunderbar.

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