Se fue el majadero de Mas y entra otro erre que erre, nada cambia; mientras, en Cataluña, los no independentistas (mayoría en votos, no lo olvidemos), ni saben ni contestan. Qué duro debes ser "un país" donde más de la mitad de la gente no habla por miedo a la otra mitad, a ser políticamente incorrecto, a no seguir la senda marcada, a ser diferente vamos. Al final en Cataluña pacta la derechona con la llamada izquierda anticapitalistas y raudos corren todos a criticar este acuerdo por aberrante, por antinatura. Pero, ¡oh!, en Madrid ocurre lo mismo, las derechas pactando con la supuesta izquierda, olé. Expectantes estamos todos a ver qué ocurre en las votaciones a Presidente del Gobierno, no están todas las cartas echadas y Cataluña pesa mucho.
En Cataluña, como lo hicieran año tras años en Canarias, repiten, incombustibles como el conejo de Duracell ¡España nos roba!, frase para los anales como antes lo fueron ¡Váyase señor González! o ¡Ha sido ETA! Tremendo invento nazi este de repetir y repetir una majadería hasta que se convierta en dogma de fe. Ahora les toca decir que España humilla a Cataluña pero, ¿y Cataluña no humilla a sus propios habitantes no independentistas? Claro que nada hau nuevo bajo el sol y las mismas premisas se repiten y se repiten, llámense A o B. Aquí en Tenerife, por poner un ejemplo, o estabas a favor del dichoso Puerto de Granadilla o eras antichicharrero (o sea anti tinerfeño). Llevar la contraria sale siempre muy caro y Cataluña no va a ser una excepción.
Seguiremos esperando a ver qué pasa.
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