Tengo en casa a un amigo que ha venido de Madrid y al que, afortunadamente, le gusta la música clásica tanto o más que a mi. Así, viendo lo visto, se presentó anoche una ocasión perfecta para asistir al concierto nº17 de temporada de la Orquesta Sinfónica de Tenerife con la gran obra 7ª SINFONÍA DE G. MAHLER. Disfrutamos del concierto, de la orquesta, del director y hasta de la señora delgada que se parecía a Greta Garbo en su declive (I wooooon't to beeeeee let alooooone!). Después algo frugal, un barco de sushi en un japonés de Santa Cruz, buena conversación y se acabó lo que se daba. Más tarde, en la cama, una hora de lectura para ponerme al día de los pactos contranatura en los Cabildos canarios, de las majaderías que siguen diciendo de Dña. Manuela en Madrid o del miedo que tiene el ABC al no ver sentada en la poltrona a Rita Barberá, nuestra particular reina madre Mary. Cosas de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario