Goldman Sachs, al rescate de las bodas gais en Estados Unidos
El consejero delegado del banco protagoniza una campaña a favor del matrimonio homosexual.
Barbara Celis Nueva York 7 FEB 2012 - 01:35 CET
Predicar entre creyentes no suele tener mucho impacto. Lo saben bien los políticos, que en época electoral a lo que aspiran es a arrancar votos a los indecisos, más que a darse baños de masas entre sus acólitos. Ese mismo planteamiento es el que ha construido una de las más extrañas alianzas mediáticas de los últimos tiempos: Lloyd Blankfein, consejero delegado de uno de los bancos de inversión que el mundo identifica con los malos de la película de la crisis, Goldman Sachs, se ha convertido en el nuevo rostro de la campaña a favor del matrimonio gay en Estados Unidos. La organización Human Rights Campaign (HRC), una veterana ONG que lucha desde hace tres décadas haciendo lobby por la igualdad de derechos de las parejas gais, ha puesto en marcha una campaña a favor de las bodas entre personas del mismo sexo (Americans for Marriage Equality, en español Americanos por la igualdad matrimonial) en la que se utiliza a personajes públicos que la gente no asociaría con el apoyo a esa causa.
Se trata del primer banquero que aparece en una campaña de estas características, asociadas a personajes del mundo del espectáculo, un universo considerado más progresista que el de los negocios. No obstante, Human Rights Campaign había conseguido fichar en anteriores ocasiones a gente como Barbara Bush, hija del presidente George W. Bush y a Steve Tisch, presidente de los Giants, el equipo que acaba de ganar la Superbowl.
Lloyd Blankfein, que lleva las riendas de Goldman Sachs desde 2006 y fue una de las dianas predilectas de ciudadanos y legisladores contra las que disparar cuando estalló la crisis financiera en 2008, aparece con camisa blanca en un anuncio de 32 segundos en el que, tras decir su nombre y el cargo que ocupa, afirma: “Apoyo la igualdad matrimonial. Las empresas estadounidenses aprendieron hace mucho tiempo que la igualdad es un buen negocio y que es lo que se debe hacer, lo correcto”. Después, sobre una música de película con final feliz, se ve una imagen del ejecutivo sonriendo y sobre ella estas palabras: “El matrimonio es amor, familia y compromiso”. El anuncio cierra con una llamada de Blankfein para que la gente se una a él y a millones de estadounidenses en su apoyo al matrimonio gay.
Se trata del primer banquero que aparece en una campaña de estas características, asociadas a personajes del mundo del espectáculo, un universo considerado más progresista que el de los negocios. No obstante, Human Rights Campaign había conseguido fichar en anteriores ocasiones a gente como Barbara Bush, hija del presidente George W. Bush y a Steve Tisch, presidente de los Giants, el equipo que acaba de ganar la Superbowl.
Sin embargo, pese a las apariencias conservadoras, y aunque la imagen tópica del sector de las finanzas siga estando dominada por el típico ejecutivo cargado de testosterona que por las noches se da a la loca conquista sexual de las mujeres, resulta que en empresas como Goldman Sachs hace años que se tomaron medidas fiscales para reconocer los derechos de las parejas del mismo sexo e incluso se incluyeron entre los beneficios médicos las operaciones de cambio de sexo. Uno de los primeros grupos financieros que incluyó entre sus beneficios laborales dar cobertura médica a las parejas del mismo sexo fue la filial estadounidense de Barclays en 2010, algo que fue imitado casi de inmediato por Citigroup, Morgan Stanely y HSBC en lo que se básicamente se interpreta como una táctica para seducir a los muchos talentos de orientación homosexual que hay en el mercado financiero y por los que las grandes firmas tienen que competir ofreciéndoles las mejores condiciones posibles. Y reconocer a sus parejas es una de ellas.
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