miércoles, 9 de junio de 2021

RE

Joaquín Sabina, *Oiga doctor.

Ésta parece ser la semana de los "re", me reanalizan, me revacunan, me restauran, me resetean. Año tras año temo el momento de que me en el resultado de los análisis, una ristra, un completito que me hace sufrir hasta que me siento frente a mi médico de familia -Vicente, afable, de los de antes, de los que te dan confianza-. La conversación se repite:
  > Hola Vicente, ¿cómo estás? Yo nervioso, como siempre, no me gusta nada esto.
  > Hola Jose, yo bien, ¿y tú cómo estás? Nada, nada, mejor saber si tienes algo, ¿no crees?
Y vuelta a empezar. Ya saben quién entra a un Centro de Salud ya no sale más. C'est la vie!
Analítica un día, segunda dosis de la vacuna al siguiente; no sé si podré con tanta excitación, con tanta expectación. Yo, que nunca he (había) sido aprensivo ni hipocondríaco, ahora me encuentro como si en el pasillo del matadero estuviera, esperando y desesperando. Luego nada, o casi. Parece que seguimos pa'lante, me dice Vicente. Que así sea, le contesto mientras me controlo para no darle la mano al despedirme. 
Junto al Centro de Salud hay un bar, ¡cómo no! we're in Spain bro, y allí me encamino siempre, una vez reseteado, para tomarme un café y un vaso de agua con gas y agradecer que seguimos aquí, por ahora, que ya es mucho. ¿Mañana? mañana ya se verá. 

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