viernes, 15 de marzo de 2019

HACIA ALLÍ VOY, IRREMISIBLEMENTE

Llega un día, una mañana, que te levantas y no te apetece poner los pies en el suelo, y cuando lo haces note levantas, te quedas mirando el cuadro que tienes enfrente, sin moverte, sintiendo sólo el movimiento rítmico del rabo de tu perro, feliz al verte despierto y expectante y desdesperado para poder salir al jardín. Te levantas arrastrando los pies, ducha, colonia, etc. y a trabajar. Café, conversación intranscendente el bar, fútbol, fútbol y algo de política,y a la oficina. Mañana completa dentro y fuera, teléfono, atención al ciudadano, problemas. En medio una llamada que le da al día otra nueva vuelta de tuerca, más problemas, además de esos que no dependen de ti. Cita para el martes, a esperar a ver cómo se soluciona. Salida del trabajo, a casa, y vuelta al trabajo de las tardes. Trabajo 10-Vida 0. ¿Cuánto podré con esto si cada vez tengo menos fuerza y los molinos son cada vez más grandes? Me da miedo porque sé lo que es y le veo las orejas al lobo en forma de depresión, a la vuelta de la esquina. Sí, se esta esquina que tengo aquí al lado. 

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