miércoles, 31 de agosto de 2011

PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Un movimiento ciudadano para reformar la Constitución y la Ley Electoral
Somos un movimiento ciudadano y queremos difundir una reforma de la Constitución y de la Ley Electoral en la que el nuevo texto esté consensuado por el mayor número de ciudadanos que podamos.
Para empezar y facilitar la tarea, hemos seleccionado 9 artículos de la Constitución y la Ley Electoral que son la raíz de grandes problemas que existen en nuestro país actualmente, pero puedes acceder a la Constitución y Ley Electoral completas. Llevaremos las propuestas más votadas al Congreso de los Diputados para someter a referéndum el nuevo texto constitucional (haz click aquí para saber los detalles).
Los candidatos de Demoleyes para el Congreso y el Senado son ciudadanos independientes y elegidos por los ciudadanos mediante criterios de valía profesional, entre otros. Pronto comenzaremos el proceso de selección por parte de los ciudadanos de Diputados y Senadores de Demoleyes.

LA PISCINA MÁS PROFUNDA DEL MUNDO

Se llama Nemo 33, tiene 33 metros de profundidad –se veía venir– y está en Bruselas (Bélgica). Dentro, cuenta con algunas cuevas, porque está pensada para entrenamiento de buceadores y espeleobuceadores. La zona con forma de tubo que ves en la foto tiene seis metros de diámetro, y la piscina completa alberga 2,5 millones de litros de agua. La obra, por su complicación, duró desde 2000 hasta el año 2008.

SPACE ODDITY

Space Oddity, de David Bowie, en cómic para niños (o no tanto)

Abre inmediatamente tu Spotify y busca Space Oddity de Bowie; acto seguido dale al Play mientras abres Space Oddity (as a children’s book) y a disfrutar con el clásico revisitado durante los próximos cinco minutos. Es otra forma de escuchar la famosa canción sobre las aventuras de un astronauta, el Mayor Tom, durante un paseo especial – básicamente su conversación con el Centro de Control. La historia tiene un final tal vez no demasiado adecuado para niños aunque utilice un formato y dibujos infantiles, obra del artista Andrew Kolb. Toda una delicia redescubrirlo.

HUMOR, REMEDIO INFALIBLE

martes, 30 de agosto de 2011

GUADALIX-GULAG-SIGLO XXI

Guadalix de la Sierra prohíbe las acampadas y las asambleas
La nueva Ordenanza de Convivencia Ciudadana obliga a pedir autorización previa para dibujar en el suelo, cantar, bailar, tocar instrumentos, sacudir el mantel desde el balcón o regar los tiestos.
VICTORIA TORRES BENAYAS - Madrid - 30/08/2011

El municipio madrileño de Guadalix de la Sierra, de 2.500 habitantes y gobernado por el PP, se ha convertido en el primero del que se tenga noticia en España en cambiar sus ordenanzas para impedir la celebración de asambleas populares y acampadas de protesta en la calle tras la irrupción del Movimiento 15-M. No solo ambas actividades están desde hoy prohibidas en este pueblo de la sierra, famoso por acoger el rodaje de Bienvenido, Mister Marshall y la casa de Gran Hermano, sino que se invita a los vecinos a denunciar a quienes lo hagan. El texto contempla un amplio régimen de sanciones desde los 750 euros para infracciones leves, 1.500 para las graves y hasta 3.000 para las muy graves.
Según denuncia el grupo municipal de IU-Los Verdes, que cuenta con un único concejal en el Consistorio -el resto se lo reparten el PP (siete), el PSOE (tres) y dos Unión Centrista Liberal-, la nueva Ordenanza de Convivencia Ciudadana, respaldada por los votos de PP y PSOE, es simplemente "aterradora". Según consta en la providencia de la Alcaldía, en la que no se cita al 15-M, su objeto es "favorecer el normal desarrollo de la convivencia", prevenir "actuaciones perturbadoras", posibilitar "el buen uso de los bienes de uso público" y proteger y conservar "las instalaciones del patrimonio urbanístico y arquitectónico" del municipio, sean "públicos o privados", frente a las "agresiones, alteraciones y usos ilícitos". Sin embargo, en opinión de IU, lejos de fomentar la convivencia lo que trata es de "enfrentar a los ciudadanos entre sí, obligándoles a actuar de informadores sobre las actividades de sus vecinos, al estilo de una dictadura o de la Stasi alemana".

Una amplia lista de 'noes'
La ordenanza fue aprobada inicialmente el 11 de agosto y está en fase de información pública. La normativa, en todo caso, va mucho más allá del 15-M, ya que regula otros muchos aspectos de la vida ciudadana e impide, entre otras actividades de lo más variopinto, dibujar en el suelo y sacudir el mantel desde el balcón. A juicio de este partido, son "51 folios de prohibiciones", que van desde el veto a actividades culturales como jugar -"se prohíbe la práctica de juegos en el espacio público que por su naturaleza puedan causar molestias", reza el texto, que en concreto pone fin a "acrobacias y juegos de habilidad con motos, bicicletas, patines o monopatines fuera de las áreas destinadas a tal efecto"-, dibujar en el suelo -"por tanto, se prohíbe la rayuela"-, hacer graffitis, colocar carteles o pegatinas, lanzar octavillas, cantar, bailar, tocar instrumentos... hasta sacudir el mantel o la alfombra desde el balcón o regar los tiestos si el alcalde lo considera "molesto para los vecinos". Asimismo, no se puede tomar vino en un parque, pelearse, gritar, "ni darse un masaje, jugar a las cartas o tumbarse en un banco".
Sobre las acampadas en concreto -página 31-, la normativa proscribe el "uso impropio" del espacio público y considera uso impropio "acampar, la instalación estable, dormir de día o de noche, tiendas de campaña, autocaravanas o caravanas sin autorización". Sobre las asambleas -páginas 35 y 36-, no las cita directamente, pero sí subraya que no se podrá celebrar ningún acto público sin "la preceptiva autorización", se deberá suscribir "una póliza de seguro" que cubra los daños y perjuicios que se puedan ocasionar y también se podrá exigir el depósito de una fianza. "El Ayuntamiento podrá denegar la autorización cuando las previsiones del público asistente, las características del espacio u otras circunstancias puedan poner en peligro la seguridad, convivencia o civismo", recoge la ordenanza, que añade que cuando se trate del "derecho fundamental de reunión y manifestación", el Ayuntamiento "emitirá un informe con las circunstancias y causas objetivas que puedan desaconsejar la celebración del acto".
En declaraciones a la cadena SER, James Bényei, portavoz de IU-Los Verdes, no ahorra adjetivos para este catálogo de regulaciones, que considera "retrógrado, subjetivo e hipócrita". Es, en resumen, "un atentado contra las libertades democráticas", por lo que han decidido recurrirla y llevar a cabo una campaña de rechazo y otras iniciativas populares. Además de estar totalmente en contra del texto, consideran que su tramitación ha sido "ilegal" porque el informe jurídico ha sido redactado por una secretaria sin título que sustituye al secretario del Ayuntamiento.
Para Izquierda Unida-Los Verdes de Guadalix de la Sierra, lo que se pretende es "someter las libertades culturales al criterio del alcalde, además de convertir a los ciudadanos en delatadores de sus vecinos al estilo de la Stasi alemana". Bényei insiste en esta ordenanza convertirá al municipio en un "cementerio cultural", ya que "sin autorización previa" se prohíben juegos, dibujos, asambleas populares y acampadas de protesta. Por su parte, el alcalde de Guadalix de la Sierra, Ángel Luis García Yuste, ha señalado a la misma emisora que esta ordenanza pretende "garantizar la convivencia y evitar los actos vandálicos" en el municipio, situado a 49 kilómetros de la capital, en la cuenca alta del Manzanares.

LA MEJOR GUARDERÍA DEL MUNDO

En China: guardería de osos panda.



¿OTRA ORCA PARA EL LORO PARQUE?

ECOOCÉANOS
Lunes 29 de agosto de 2011

La crueldad que significa la cautividad de animales en zoológicos es directamente proporcional a su inteligencia, a su capacidad de movimiento en libertad y al tamaño de los mismos. Teniendo en cuenta estos tres factores, la mayor crueldad que se se puede cometer con alguna especie es con las orcas, gigantescos animales de enorme inteligencia y que en libertad nadan increíbles distancias. A las cinco orcas actuales que hay en el Loro Parque encerradas en una piscina, se le puede unir una sexta, que tiene una historia muy triste.

La triste historia de Morgan
(traducido de http://www.freemorgan.com/ )

"Morgan" es una joven orca, de unos 3 años de edad, que fue rescatada el 23 de junio de 2010 en el Mar de Wadden (sudeste del mar del Norte) y llevada al delfinario de Harderwijk, Holanda donde el principio el delfinario anunció que Morgan sería liberada inmediatamente desde que su estado de salud lo permitiera.
El 29 de junio de 2010 el delfinario anunció que Morgan se quedaría aproximadamente entre 3 y 6 meses hasta su completa recuperación.
El 5 de julio se declaró que Morgan ya estaba en buena salud y totalmente rehabilitada.
El 3 de agosto, el delfinario invitó al público a ver a Morgan. Durante todo el verano, y hasta que la temporada alta finalizó a finales de octubre, los visitantes no dejaron de visitar el delfinario para ver a Morgan, que rápidamente se convirtió en la atracción estrella, atrayendo a miles de visitantes.
El 10 de diciembre, el Delfinario, anunció que Morgan no sería devuelta a su hábitat natural.
El Delfinario ha mantenido a Morgan por más de un año en una piscina altamente inadecuada y ha distribuido información engañosa sobre ella. Más aún, ahora quieren mandarla al Zoológico Loro Parque, en las Islas Canarias, España, donde actuará en shows como entretenimiento para el público, haciendo desaparecer cualquier posibilidad de una vida en libertad y con la excusa de realizar “investigación científica”. Mediante el envío de Morgan al Loro Parque, la conclusión de los científicos internacionales sobre su rehabilitación y conclusión de que la liberación es la mejor opción para Morgan sería completamente ignorada.
La rehabilitación de Morgan es apoyada por un gran número de científicos internacionales especializados en orcas. Es una vergüenza que una empresa comercial con intereses financieros tenga la última palabra sobre el cautiverio de una especie protegida.

CARLOS CARNICERO. BITÁCORA PARA NÁUFRAGOS DE LA IZQUIERDA

Rubalcaba, PRISA y el 15-M. (I)

El 15-M produce rechazo o desconcierto en quienes no son capaces de imaginar con anticipación los grandes cambios en la humanidad. Ser conservador, sobre todo, consiste en ser inmovilista como un impedimento para determinar los agotamientos en los sistemas de vida.
La globalización y los abusos del neoliberalismo han provocado un hartazgo que todavía no tiene definidos los vectores de transformación de la sociedad.
Ocurrió con la Ilustración como antecedente intelectual de la Revolución Francesa. Los Borbones y la aristocracia eran inmovilistas igual que los grandes magnates, los aristócratas de nuestro tiempo, los ejecutivos que actúan con más impunidad que si fueran propietarios de las empresas que dirigen. Piensan que las cosas son para siempre sin aceptar el principio dialéctico de la historia. El marxismo no ha fracaso como ideología sino como realización dogmática. Pero los principios que establecen que los antagonismos de clase son factores de transformación, permanecen.
Los Borbones, en Versalles, oían los ecos de las calles de París y consideraban que los perroflautas de aquella época necesitaban una lección del ejército francés. Para la clase dominante, era un problema de orden y de autoridad. No percibieron que la aristocracia no sobreviviría al hambre y la pobreza de una Francia esquilmada por su clase dirigente.
Aquellos aristócratas tenían la misma arrogancia que nuestros ejecutivos del IBEX 35. Estos tampoco se ha percatado de que la indignación es, sobre todo, un mecanismos de saturación de la población frente a las desigualdades. Después viene la rebelión y luego la revolución. No debe ser necesariamente violenta, pero el mundo no va a pertenecer a un grupo. Ese tiempo ha comenzado a terminar. Los más listos de los poderosos piden que les pongan más impuestos porque todavía creen estar a tiempo de que se les perdonen sus excesos.
Los Borbones, en Versalles, oían los ecos de las calles de París y consideraban que los perroflautas de aquella época necesitaban una lección del ejército francés. Para la clase dominante, era un problema de orden y de autoridad. No percibieron que la aristocracia no sobreviviría al hambre y la pobreza de una Francia esquilmada por su clase dirigente.
Tengo experiencia en observar la perplejidad de las mentalidades pequeño burguesas. En mis últimas participaciones en la Cadena Ser, muchos de mis compañeros de tertulia y la directora del programa estaban más preocupados por la imagen que proyectaban ante el establishment que en tener objetividad frente al 15.M. Del desprecio al desconcierto y de éste a la maledicencia. Cuando se produjeron los actos de violencia en Valencia, delante de Las Coats Valencianas, mis compañeros aprovecharon para desacreditar el 15-M por violentos, sin pararse a averiguar quienes habían sido los provocadores. Yo actúe como francotirador y he sido abatido.
El dilema es como impedir una fuga de audiencia sin comprometerse con la realidad. Que yo haya salido de la SER, precisamente en estos momentos, es significativo, pero no es importante. Es sólo sintomático y un aviso a navegantes de que la comprensión con los movimientos que ellos quieren situar fuera del sistema no es compatible con la honorabilidad de formar parte del equipo de la SER. La resultante fue un despido por un sicario en una cafetería de la Gran Vía, después de 17 años de pertenencia a la SER. Los tribunales tienen la última palabra y yo no tengo un minuto que perder con la SER porque ya es historia. Fui feliz allí y ahora la SER ya no es lo que era.
Nada nuevo. Ni está Jesús Polanco ni se le espera; Carlos Llamas ha sido sustituido por el oportunismo de moda con pátina catalana. Y los dueños de PRISA ya no son los Polanco, que no mandan nada, sino una empresa norteamericana de Capital Riesgo. Nada que ver con el interés de conocer lo que se cuece alrededor de La Bastilla española.
Rubalcaba es un alma en pena. Por primera vez en su vida política está superado por los acontecimientos. El superviviente del Gobierno que fue zarandeado por el asunto del GAL está en caída libre. No le responde ningún timón porque no ha entendido que la realidad, ésta realidad, sólo se satisface con transformaciones profundas. No se puede estar con los indignados y aceptar la modificación de la Constitución por mandato de los mercados. No se puede colaborar en la llegada de Rajoy y pretender ser socialdemócrata. No se puede plantear la disolución de las diputaciones y recular. Ya no se puede hacer una cosa y decir la contraria. Sin transformación profunda de los partidos y las instituciones, este PSOE no tiene futuro ni salvación. No pasa nada. Torres más altas han caído y han sido sustituidas por otras.
Ni está Jesús Polanco ni se le espera; Carlos Llamas ha sido sustituido por el oportunismo de moda con pátina catalana. Y los dueños de PRISA ya no son los Polanco, que no mandan nada, sino una empresa norteamericana de Capital Riesgo. Nada que ver con el interés de conocer lo que se cuece alrededor de La Bastilla española.
Los dirigentes y directores de la SER y el equipo de Rubalcaba están unidos por algo más que por los apoyos y complicidades mutuas. Lo comprobé el día que Rubalcaba y la mano que meció mi despido estuvieron conectados con una complicidad obscena.
Están unidos por algo más que por una imposible victoria de Rubalcaba que facilitaría la solución económica a una PRISA ahogada por las deudas financieras. Uno y otros no tienen capacidad de transformación porque son inmovilistas en un mundo cambiante y no están dispuestos a renunciar a sus pretendidos monopolios de representación de la izquierda mediática y política. Su alianza no vale nada porque la crisis de audiencia y de publicidad está encadenada a la crisis de un PSOE que ha terminado su ciclo vital.
El 15-M es la punta de lanza de la transformación del sistema de representación política y de monopolio mediático. Hasta ahora, los partidos con el control de las listas electorales tenían asegurado el control político. Eso se ha terminado. Sobrevivirá el PP porque el caldo de cultivo de su política es la sociedad conservadora que no está muy afectada por las redes sociales y la indignación. Ellos cumplirán el último ciclo de esta democracia decadente acelerando las contradicciones entre el poder y la calle. La o las legislaturas de Mariano Rajoy van a ser un experimento necesario para que la indignación tome forma política distinta y alternativa a la izquierda tradicional que ya no existe.
PRISA va a sufrir un abandono de audiencia y publicidad porque sus gestores están utilizando a los periodistas que han sido leales con su trabajo como mercancía de cambio de sus deudas. Tiran por la borda lo que les molesta: han contratado a capataces despedidotes que a cambio de un buen sueldo comunican los despidos como si fuera las letanías del santo rosario.
Ni Rubalcaba ni PRISA, uña y carne, amigos para siempre, cómplices de tres décadas se han dado cuenta de lo liquidados que están. Pero eso no será un problema para ellos: sencillamente, sólo necesitan que el tiempo haga su trabajo. No ha dejado de ocurrir a lo largo de la historia. (Continuará)
***
El 15-M, Rubalcaba y PRISA (II) La crisis de la intermediación y la imprescindible transformación de los medios

La intermediación como fenómeno de articulación social está en crisis. Las nuevas tecnologías afectan a todos y de manera desigual. Si los mercados se gestionan con modernos ordenadores que pueden hacer miles de operaciones de compra y venta por minuto –lo que les confiere un poder hasta ahora incontrolable-, la red permite acceder en tiempo real a la información. Y la participación política está en crisis porque las sociedades están siendo conscientes de que la delegación de la representación es imperfecta y es posible el control y la transparencia en la gestión pública con una transformación de los sistemas de representación. La confusión a la que hemos llegado entre representación y propiedad del mandato popular ha tocado techo y exige una rectificación.
Además la legitimidad de la representación está cuestionada por la incapacidad de la política para controlar la economía. Los representantes políticos de los ciudadanos obedecen a los mercados y no a los mandatos de sus representados. La reforma constitucional para apacigar a los mercados es un mensaje nefasto: es el reconocimiento más brutal de que ni el gobierno ni la oposición tienen capacidad frente al poder de los especuladores. ¿Por qué la sociedad tendría que respetar a quien es impotente para gobernar?
No sólo ocurre en el ámbito de la representación política. También en el de los medios de comunicación. Se pretende que la información pertenece a los ciudadanos, pero los editores, los propietarios de los medios de comunicación, son los administradores de la información tapizada por sus intereses corporativos y políticos.
La libertad de prensa consagra el ejercicio de pluralidad informativa y permite elegir entre distintos medios de comunicación. Y teóricamente regula el control del periodistas sobre la información que producen. Pero no permite intervenir los condicionamientos aplicados por cada empresa en la transmisión de la información y de la opinión. Y en estos tiempos, el periodista cada vez tiene menos margen para firmar y certificar la información por la presión de los directores y editores de los medios. El abaratamiento de los salarios es además un formidable mecanismo de coerción en el que la amenaza del despido más fácil es letal.
El miedo instalado en esta crisis está permitiendo que el neoliberalismo en sus formas políticas, económicas, mediáticas y sindicales tenga un dominio de la sociedad con las resistencias de los sectores que han decidido no doblegarse coarriendo los riesgos de una represión policial y de represalias empresariales. La sumisión de una parte importante de la sociedad es la consecuencia del miedo que promueve la crisis y la incertidumbre sobre el futuro inmediato. Si el derecho a una vida digna se consigue sobre las garantías de que el esfuerzo será recompensado por los logros, está crisis sistémica lo primero que ha hecho ha sido secuestrar los sueños. Nada está garantizado y todo se puede derrumbar en un universo en el que los poderosos tienen los derechos y los débiles cada vez están más indefensos.
El control de una información dirigida ha sido siempre la primera obsesión de los poderes políticos y económicos. Los ciudadanos eligen entre lo que hay. Pero es muy difícil sacar a la luz nuevos proyectos informativos tradicionales por el volumen de capital que exigen esas inversiones.
La crisis de los medios de comunicación tradicionales tiene que ver directamente con las tecnologías. La información fluye al margen de los grandes periódicos y de las emisoras de radio y televisión. Es cierto que todavía hay amplios sectores de la sociedad que no tienen acceso a la red. Ese hándicap tiene fecha de caducidad, pero todavía es una realidad que limita el poder de la democracia 2.0.
Hay síntomas claros de las consecuencias del cambio tecnológico.
En Siria, en el hemisferio de la brutal represión del sistema, el apagón de los teléfonos móviles ha sido burlado por las compañías telefónicas de los países limítrofes. El capitalismo sólo reacciona con censura cuando el negocio tiene una subordinación política y unos intereses imprescindibles. Las compañías sirias han bloqueado las comunicaciones de teléfonos móviles, pero no la de los países limítrofes. Eso ha permitido a los manifestantes advertir de la llegada de las fuerzas represivas y organizar las manifestaciones con información que se transmitía desde compañías radicadas en Líbano, en Jordania etc.
El la revuelta árabe, los sms e Internet, con sus matices en los distintos países, ha permitido la lucha contra las dictaduras con unas movilizaciones impensables hace sólo unos años.
La expansión del 15-M ha tenido su soporte básico en la red. Las convocatorias, las comunicaciones, las denuncias de los abusos policiales han sido posibles gracias a las tecnologías. El Gobierno socialista se ha visto contra las cuerdas cuando se han colgados vídeos de brutalidad policial que los medios de comunicación tradicionales sólo han reconocido cuando eran una realidad a través de las imágenes colgadas en la WEB.
A las pocas horas de anunciar el presidente Zapatero su intención de realizar un pacto con el PP, en el mes de agosto, para llevar a cabo una reforma de la Constitución que limite el gasto público, a través de Internet se había iniciado una movilización general exigiendo un referéndum. Esa velocidad de eclosión de la protesta, tomando la iniciativa sobre las maniobras del PP, del PSOE y del Gobierno, ha neutralizado los efectos de Alfredo Rubalcaba y de su equipo por crear la sensación de que la reforma constitucional era positiva para los españoles. El candidato del PSOE se ha visto retratado en su contradicción de posicionarse primero contra la reforma constitucional y tratar de vender después sus virtudes. Las tecnologías impiden o dificultan la manipulación política. (Continuará)

DESHIELO EN EL ÁRTICO

ESA. 30-08-2011
Extensión del hielo en el Ártico el pasado 24 de agosto según datos del National Ice Center (EE UU).
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El deshielo abre los dos pasos navegables del Ártico
La ruta del noroeste es un atajo entre Europa y Asia.
ALICIA RIVERA - Madrid - 30/08/2011

Las dos grandes rutas de navegación en el Ártico, la que bordea Rusia y la que sigue las costas de Canadá y Alaska, están ahora abiertas simultáneamente, según indican las observaciones realizadas por satélite. El llamado paso del noreste (el asiático) es transitable para los buques desde mediados de agosto y ahora el del noroeste (el americano) parece también navegable por su ruta más directa, según ha informado la Agencia Europea del Espacio (ESA). La misma situación, la de las rutas entre el Atlántico y el Pacífico navegables a la vez, se registró en el verano de 2008, y fue la primera ocasión desde que comenzaron las observaciones con satélites, en los años setenta.
En las últimas tres décadas se ha registrado una gran disminución de la extensión mínima (al final del verano) de la capa helada del océano septentrional, pasando de unos ocho millones de kilómetros cuadrados, a principios de los años ochenta, al mínimo histórico: menos de 4,24 millones de kilómetros cuadrados, en 2007.
La capa helada flotante de ese mar septentrional se forma en invierno y en verano se funde una extensión variable, pero el ritmo de fusión se está acelerando y se están midiendo ya mínimos que los expertos en cambio climático proyectaban para dentro de algunas décadas. Los científicos que analizan los datos de los satélites han constatado que la extensión de la cubierta de hielo está este año, de nuevo, por debajo de la media.
"El mínimo se registrará dentro de tres o cuatro semanas y depende mucho de las condiciones meteorológicas", señala Leif Toudal Pedersen, científico del Instituto Meteorológico Danés. En 2007, cuando se produjo el récord de mínima extensión de cubierta helada ártica, el tiempo fue inusual en la región, con cielos despejados y vientos que inyectaron aire caliente. Este año las condiciones meteorológicas son diferentes, indica la ESA, pero la apertura simultánea de los dos pasos del Ártico es un indicador muy preocupante.
El histórico paso del noroeste, en el archipiélago ártico canadiense, escenario de expediciones épicas, arriesgadas y ambiciosas sobre todo el siglo XIX, puede ser un atajo para el transporte entre Europa y Asia. Pero, al abrirse la ruta de navegación se abre también la puerta a las migraciones de especies marinas, así como a los intereses políticos y económicos en la región.

ERIC ZENER

PETER SEBASTIAN

LOVE THE WORLD

lunes, 29 de agosto de 2011

YO ACUSO. MADRID, 25 DE AGOSTO DE 2011

Carta a Don José Luís Rodríguez Zapatero
Presidente del Gobierno de España
Y al resto de las señorías que portan la representatividad parlamentaria

Señor presidente, permítame dirigirme a usted para comentarle mis más profundas inquietudes que, por mi honor y conciencia, me impiden quedarme al margen de los hechos relativos a nuestra Constitución amenazada por una vergonzosa e imborrable mancha.
Habéis realizado un gobierno durante sus dos legislaturas en las que, muchos podemos estar en contra o a favor de su gestión frente del ejecutivo que preside. Habéis cometido aciertos y errores, estos últimos desgraciadamente más numerosos en su último periplo presidencial. Sus gestiones pueden ser criticadas o avaladas desde todos los frentes que los ciudadanos deseen pronunciarse.
¡Pero que mancha de cieno sobre vuestro nombre -iba a decir sobre vuestro reino- puede imprimir esta abominable reforma constitucional! Por lo pronto usted decide reformarla mediante una llamada telefónica al señor Mariano Rajoy, presidente del principal partido de la oposición, tomando ambos la representatividad parlamentaria como un absolutismo de dos dirigentes, dando bofetada suprema a toda justicia. Y no hay remedio, España conservará esa mancha sobre su carta magna y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia.
Puesto que ha obrado tan sin razón, hablaré. Prometo decir toda la verdad y la diré si antes no lo hace el tribunal con toda claridad.
Es mi deber: no quiero ser cómplice. Todas las noches me desvelaría el espectro de la ciudadanía que expía a lo lejos cruelmente ultrajada, una reforma que no ha decidido.
Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre honrado. Estoy convencido de que la ciudadanía no ignora lo que ocurre, entonces ¿a quién denunciar este afrenta malhechora de verdaderos culpables sino al primer soberano de la carta magna, al Pueblo?
Ante todo la verdad acerca de nuestra carta magna y su proceso de reformarla.
Nuestra Constitución, nacida en 1978, promulga en sus artículo primero del título preliminar
“España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.
Agentes externos a nuestro ámbito constitucional, la señora Merkel y el señor Sarkozy han dictado los cambios que usted promulga, auspiciados aún si cabe por entidades externas y opacas a la ciudadanía, no sólo de nuestro estado, sino del resto de los ciudadanos miembros de la Unión Europea.
Señor presidente del gobierno y señor presidente del principal partido de la oposición:
No recuerdo que en ninguna de las legislaturas, en las que ustedes han sido elegidos como representantes de los ciudadanos (ni anteriormente tampoco), hubiese en algún proceso electoral papeletas para proceder a legitimar a estas personas (la señora Merkel y el señor Sarkozy) sobre nuestro ordenamiento legal, jurídico y constitucional.
Igualmente me consta, en ninguno de sus respectivos programas electorales, ninguna intención de reformar la constitución.
Ante este hecho y sus intenciones, ustedes han puesto la forma política dictada por la Constitución (representación parlamentaria) muy por encima de la soberanía establecida en la carta magna (el pueblo) documento que regula las normas y convivencia en nuestra nación.
Al ejercer su disciplina partidista, sr. Zapatero y sr. Rajoy, en la que los señores y señoras parlamentarias únicamente promulgan el deseo de sus líderes (en el presente caso ustedes), vuestras señorías son responsables y ejecutores del crimen que les expongo.
De forma sorpresiva, en periodo estival, con un parlamento en funciones, donde las señorías preparan las maletas fuera del hemiciclo ante la próxima cita electoral, ustedes pretenden modificar la Constitución sin consultar a sus soberanos.
Ustedes sobrepasan con sus intenciones el artículo primero del título preliminar de nuestra constitución. Su reforma no es para un “Estado social” y sus formas no son, ni mucho menos, “democráticas de Derecho”.
Tal es la verdad, señores parlamentarios, verdad tan espantosa, que no dudo quede como una mancha en vuestra representatividad. Supongo que no tengáis ningún poder en este asunto, que seáis prisioneros de los mercados y de los poderes que os rodean; pero tenéis un deber de ciudadano en el cual meditaréis cumpliéndolo, aunque dudo que honorablemente. No creáis que desespero del triunfo; lo repito con una certeza que no permite la menor vacilación; la verdad avanza y nadie podrá contenerla.
Hasta hoy no perpetrabais el proceso, pues hasta hoy no han quedado deslindadas las posiciones de cada uno; a un lado los culpables, que no quieren la luz; al otro los justicieros que darán la vida porque la luz se haga. Cuanto más duramente se oprime la verdad, más fuerza toma, y la explosión será terrible. Veremos como se prepara el más ruidoso de los desastres.
Señor Presidente, concluyamos, que ya es tiempo.
Yo acuso al Banco Mundial, FMI, OCDE y demás organizaciones supranacionales y externas al gobierno europeo de ser los organizadores de este crimen. Ninguna de ellas elegidas en representatividad por el Pueblo de un estado, el nuestro, sobre el que quieren reformar la Constitución.
Acuso a la UE y al BCE de ser garantes dentro del territorio europeo este complot.
Acuso a Standard & Poor’s y a Moody’s como cómplices y beneficiarios de este acto.
Acuso al conjunto de la banca europea y nacional como lobby cómplice y beneficiarlo de esta infamia.
Acuso a la señora Merkel y al señor Sharkosy por inducir a perpetrar este vil atentado a nuestra soberanía.
Acuso a aquellas empresas, que junto a la banca, presionan a sus señorías para dejar de ejercer la representatividad de sus soberanos, ejerciéndola sobre sus intereses económicos.
Acuso a aquellos políticos cuyo máximo interés es mantenerse en el cargo que ejercen a cualquier precio, tan indignantes como el del crimen que nos ocupa.
Y por último: les acuso a ustedes por proponer esta modificación de espaldas a la ciudadanía. Ciudadanía que avala, es garante y soberana tanto del estado Español como de su carta magna. Ustedes que, mediante una simple llamada telefónica, ultrajan la inviolabilidad de una Constitución, inviolabilidad que defendieron cuando no se han atrevido a mantener su vigencia, adecuándola a las realidades sociales. Ustedes que juraron o prometieron sobre ella.
Se atreven a modificar el máximo documento del Estado en aras del “Mercado”. Mercado al que pretenden calmar mientras las voces del pueblo son ignoradas o silenciadas.
Puede que este crimen ejerza el efecto que ustedes esperan, pero no ignoren las victimas consecuentes. Habrán convertido la Constitución en un simple panfleto al que poner a cotizar en los mercados de valores, habrán convertido el espíritu de la transición española no en un garante de paz y democracia social como fue en su día, sino en un mero informe de resultados macro-económicos. Y habrán convertido a la ciudadanía española en un pueblo sin su máximo referente de legalidad moral y convivencia al subvertir los valores representados en ella por cifras monetarias inducidas fuera del espíritu en el que se redactó.
Distinguidas señorías, en nuestro Estado, no sólo hay que ser demócrata, también hay que parecerlo y sus formas distan mucho de ello. Desde hace mucho tiempo no resuelven entre ustedes la composición del Tribunal Constitucional y resulta que si resuelven en minutos modificar el texto sobre el que basar sus juicios. Lo dicho señorías, también hay que parecerlo.
Sólo la ciudadanía tiene el derecho, tiene el deber, de mantener vigente este documento, ustedes han de darles los medios. Ustedes, la clase política, que no sólo por activa ahora perpetran este crimen que nos ocupa, sino que por pasiva en las últimas décadas no han dado un paso para mantener su vigencia, y mucho menos aún, consultar al Pueblo al respecto.
No ignoro que, al formular estas acusaciones, arrojo sobre mí el peso y decisión del máximo soberano del estado del cual ustedes se supone que representan. Y voluntariamente me pongo a disposición del Pueblo.
En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio. Las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia.
Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la ciudadanía, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los ciudadanos y que me juzguen públicamente.
Así lo espero.

Democracia Real Ya
Madrid a 25 de Agosto de 2011.

YO ACUSO. PARÍS, 13 DE ENERO DE 1898

Carta a M. Félix Faure
Presidente de la República Francesa

Señor: Me permitís que, agradecido por la bondadosa acogida que me dispensasteis, me preocupe de vuestra gloria y os diga que vuestra estrella, tan feliz hasta hoy, esta amenazada por la más vergonzosa e imborrable mancha?
Habéis salido sano y salvo de bajas calumnias, habéis conquistado los corazones. Aparecisteis radiante en la apoteosis de la fiesta patriótica que, para celebrar la alianza rusa, hizo Francia, y os preparáis a presidir el solemne triunfo de nuestra Exposición Universal, que coronará este gran siglo de trabajo, de verdad y de libertad. ¡Pero qué mancha de cieno sobre vuestro nombre -iba a decir sobre vuestro reino- puede imprimir este abominable proceso Dreyfus! Por lo pronto, un consejo de guerra se atreve a absolver a Esterhazy, bofetada suprema a toda verdad, a toda justicia. Y no hay remedio; Francia conserva esa mancha y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia.
Puesto que se ha obrado tan sin razón, hablaré. Prometo decir toda la verdad y la diré si antes no lo hace el tribunal con toda claridad.
Es mi deber: no quiero ser cómplice. Todas las noches me desvelaría el espectro del inocente que expía a lo lejos cruelmente torturado, un crimen que no ha cometido.
Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre honrado. Estoy convencido de que ignoráis lo que ocurre. ¿Y a quién denunciar las infamias de esa turba malhechora de verdaderos culpables sino al primer magistrado del país?
Ante todo, la verdad acerca del proceso y de la condenación de Dreyfus.
Un hombre nefasto ha conducido la trama; el coronel Paty de Clam, entonces comandante. Él representa por sí solo el asunto Dreyfus; no se le conocerá bien hasta que una investigación leal determine claramente sus actos y sus responsabilidades. Aparece como un espíritu borroso, complicado, lleno de intrigas novelescas, complaciéndose con recursos de folletín, papeles robados, cartas anónimas, citas misteriosas en lugares desiertos, mujeres enmascaradas. Él imaginó lo de dictarle a Dreyfus la nota sospechosa, él concibió la idea de observarlo en una habitación revestida de espejos, es a él a quien nos presenta el comandante Forzineti, armado de una linterna sorda, pretendiendo hacerse conducir junto al acusado, que dormía, para proyectar sobre su rostro un brusco chorro de luz para sorprender su crimen en su angustioso despertar. Y no hay para que diga yo todo: busquen y encontrarán cuanto haga falta. Yo declaro sencillamente que el comandante Paty de Clam, encargado de instruir el proceso Dreyfus y considerado en su misión judicial, es en el orden de fechas y responsabilidades el primer culpable del espantoso error judicial que se ha cometido.
La nota sospechosa estaba ya, desde hace algún tiempo, entre las manos del coronel Sandherr, jefe del Negociado de Informaciones, que murió poco después, de una parálisis general. Hubo fugas, desaparecieron papeles (como siguen desapareciendo aún), y el autor de la nota sospechosa era buscado cuando se afirmó a priori que no podía ser más que un oficial del Estado mayor, y precisamente del cuerpo de artillería; doble error manifiesto que prueba el espíritu superficial con que se estudió la nota sospechosa, puesto que un detenido examen demuestra que no podía tratarse más que de un oficial de infantería.
Se procedió a un minucioso registro; examinándose las escrituras; aquello era como un asunto de familia y se buscaba al traidor en las mismas oficinas para sorprenderlo y expulsarlo. Desde que una sospecha ligera recayó sobre Dreyfus, aparece el comandante Paty de Clam, que se esfuerza en confundirlo y en hacerle declarar a su antojo.
Aparecen también el ministro de la Guerra, el general Mercier, cuya inteligencia debe ser muy mediana, el jefe de Estado Mayor, general Boisdeffre, que habrá cedido a su pasión clerical, y el general Gonse, cuya conciencia elástica pudo acomodarse a muchas cosas.
Pero en el fondo de todo esto no hay más que el comandante Paty de Clam, que a todos los maneja y hasta los hipnotiza, porque se ocupa también de ciencias ocultas, y conversa con los espíritus.
Parecen inverosímiles las pruebas a que se ha sometido al desdichado Dreyfus, los lazos en que se ha querido hacerle caer, las investigaciones desatinadas, las combinaciones monstruosas... ¡qué denuncia tan cruel!
¡Ah! Por lo que respecta a esa primera parte, es una pesadilla insufrible, para quien esta al corriente de sus detalles verdaderos.
El comandante Paty de Clam prende a Dreyfus y lo incomunica. Corre después en busca de la señora de Dreyfus y le infunde terror, previniéndola de que, si habla, su esposo está perdido. Entre tanto, el desdichado se arranca la carne y proclama con alaridos su inocencia, mientras la instrucción del proceso se hace como una crónica del siglo XV, en el misterio, con una terrible complicación de expedientes, todo basado en una sospecha infantil, en la nota sospechosa, imbécil, que no era solamente una traición vulgar, era también un estúpido engaño, porque los famosos secretos vendidos eran tan inútiles que apenas tenían valor. Si yo insisto, es porque veo en este germen, de donde saldrá más adelante el verdadero crimen, la espantosa denegación de justicia, que afecta profundamente a nuestra Francia. Quisiera hacer palpable cómo pudo ser posible el error judicial, cómo nació de las maquinaciones del comandante Paty de Clam y como los generales Mercier, Boisdeffre y Gonse, sorprendidos al principio, han ido comprometiendo poco a poco su responsabilidad en este error, que más tarde impusieron como una verdad santa, una verdad indiscutible, desde luego, solo hubo de su parte incuria y torpeza; cuando más, cedieran a las pasiones religiosas del medio y a prejuicios de sus investiduras. ¡Y vayan siguiendo las torpezas!
Cuando aparece Dreyfus ante el Consejo de Guerra, exigen el secreto más absoluto. Si un traidor hubiese abierto las fronteras al enemigo para conducir al emperador de Alemania hasta Nuestra Señora de París, no se hubieran tomado mayores precauciones de silencio y misterio.
Se murmuran hechos terribles, traiciones monstruosas y, naturalmente, la Nación se inclina llena de estupor, no halla castigo bastante severo, aplaudir la degradación pública, gozar viendo al culpable sobre su roca de infamia devorado por los remordimientos...
¿Luego es verdad que existen cosas indecibles, dañinas, capaces de revolver toda Europa y que ha sido preciso para evitar grandes desdichas enterrar en el mayor secreto? ¡No! Detrás de tanto misterio solo se hallan las imaginaciones románticas y dementes del comandante Paty de Clam. Todo esto no tiene otro objeto que ocultar la más inverosímil novela folletinesca. Para asegurarse, basta estudiar atentamente el acta de acusación leída ante el Consejo de guerra.
¡Ah! ¡Cuánta vaciedad! Parece mentira que con semejante acta pudiese ser condenado un hombre. Dudo que las gentes honradas pudiesen leerlas sin que su alma se llene de indignación y sin que se asome a sus labios un grito de rebeldía, imaginando la expiación desmesurada que sufre la víctima en la Isla del Diablo.
Dreyfus conoce varias lenguas: crimen. En su casa no hallan papeles comprometedores; crimen. Algunas veces visita su país natal; crimen. Es laborioso, tiene ansia de saber; crimen. Si no se turba; crimen. Todo crimen, siempre crimen... Y las ingenuidades de redacción, ¡las formales aserciones en el vacío! Nos habían hablado de catorce acusaciones y no aparece más que una: la nota sospechosa. Es más: averiguamos que los peritos no están de acuerdo y que uno de ellos, M. Gobert, fue atropellado militarmente porque se permitía opinar contra lo que se deseaba. Háblase también de veintitrés oficiales, cuyos testimonios pasarían contra Dreyfus. Desconocemos aún sus interrogatorios, pero lo cierto es que no todos lo acusaron, habiendo que añadir, además, que los veintitrés oficiales pertenecían a las oficinas del Ministerio de la Guerra. Se las arreglan entre ellos como si fuese un proceso de familia, fijaos bien en ello: el Estado Mayor lo hizo, lo juzgó y acaba de juzgarlo por segunda vez.
Así, pues, solo quedaba la nota sospechosa acerca de la cual los peritos no estuvieron de acuerdo. Se dice que, en el Consejo, los jueces iban ya, naturalmente a absolver al reo, y desde entonces, con obstinación desesperada, para justificar la condena, se afirma la existencia de un documento secreto, abrumador; el documento que no se puede publicar, que lo justifica todo y ante el cual todos debemos inclinarnos: ¡el Dios invisible e incognoscible! Ese documento no existe, lo niego con todas mis fuerzas. Un documento ridículo, sí, tal vez el documento en que se habla de mujercillas y de un señor D... que se hace muy exigente, algún marido, sin duda, ¡que juzgaba poco retribuidas las complacencias de su mujer! Pero un documento que interese a la defensa nacional, que no puede hacerse público sin que se declare la guerra inmediatamente, ¡no! ¡No! Es una mentira, tanto mas odiosa y cínica, cuanto que se lanza impunemente sin que nadie pueda combatirla. Los que la fabricaron, conmueven el espíritu francés y se ocultan detrás de una legítima emoción; hacen enmudecer las bocas, angustiando los corazones y pervirtiendo las almas. ¡No conozco en la historia un crimen cívico de tal magnitud!
He aquí, señor Presidente, los hechos que demuestran cómo pudo cometerse un error judicial. Y las pruebas morales, como la posición social de Dreyfus, su fortuna, su continuo clamor de inocencia, la falta de motivos justificados, acaban de ofrecerlo como una víctima de las extraordinarias maquinaciones del medio clerical en que se movía, y del odio a los puercos judíos que deshonran nuestra época.
Y llegamos al asunto Esterhazy. Han pasado tres años y muchas conciencias permanecen turbadas profundamente, se inquietan, buscan, y acaban por convencerse de la inocencia de Dreyfus.
No historiaré las primeras dudas y la final convicción de M. Scheurer-Kestner. Pero mientras él rebuscaba por su parte, acontecían hechos de importancia en el Estado Mayor. Murió el coronel Sandherr y sucedióle como jefe del Negociado de informaciones, el teniente coronel Picquart, quien por esta causa, en ejercicio de sus funciones, tuvo un día ocasión de ver una carta telegrama dirigida al comandante Esterhazy por un agente de una potencia extranjera. Era su deber abrir una información y no lo hizo sin consultar con sus jefes, el general Gonse y el general Boisdeffre y luego con el general Billot, que había sucedido al de la Guerra. El famoso expediente Picquart, de que tanto se ha hablado, no fue más que el expediente Billot, es decir, el expediente instruido por un subordinado cumpliendo las órdenes del ministro, expediente que debe existir aún en el ministerio de la Guerra. Las investigaciones duraron de mayo a septiembre de 1896, y es preciso decir bien alto que el general Gonse estaba convencido de la culpabilidad de Esterhazy y que los generales Boisdeffre y Billot no ponían en duda que la célebre nota sospechosa fuera de Esterhazy. El informe del teniente coronel Picquart había conducido a esta prueba cierta. Pero el sobresalto de todos era grande, porque la condena de Esterhazy obligaba inevitablemente a la revisión del proceso Dreyfus; y el Estado Mayor a ningún precio quería desautorizarse.
Debió haber un momento psicológico de angustia suprema entre todos los que intervinieron en el asunto; pero es preciso notar que, habiendo llegado al ministerio el general Billot, después de la sentencia dictada contra Dreyfus, no estaba comprometido en el error y podía esclarecer la verdad sin desmentirse. Pero no se atrevió, temiendo acaso el juicio de la opinión pública y la responsabilidad en que habían incurrido los generales Boisdeffre y Gonse y todo el Estado Mayor. Fue un combate librado entre su conciencia de hombre y todo lo que suponía el buen nombre militar. Pero luego acabó por comprometerse, y desde entonces, echando sobre sí los crímenes de los otros, se hace tan culpable como ellos; es más culpable aún, porque fue árbitro de la justicia y no fue justo. ¡Comprended esto! Hace un año que los generales Billot, Boisdeffre y Gonse, conociendo la inocencia de Dreyfus, guardan para sí esta espantosa verdad. ¡Y duermen tranquilos, y tienen mujer e hijos que los aman!
El coronel Picquart había cumplido sus deberes de hombre honrado. Insistió cerca de sus jefes, en nombre de la justicia, suplicándoles, diciéndoles que sus tardanzas eran evidentes ante la terrible tormenta que se les venía encima, para estallar, en cuanto la verdad se descubriera. Moinsieur Scheurer-Kestner rogó también al general Billot que por el patriotismo activara el asunto antes de que se convirtiera en desastre nacional. ¡No! El crimen estaba cometido y el Estado Mayor no podía ser culpable de ello. Por eso, el teniente coronel Picquart fue nombrado para una comisión que lo apartaba del ministerio, y poco a poco fueron alejándose hasta el ejército expedicionario de África, donde quisieron honrar un día su bravura, encargándole una misión que le hubiera la vida en los mismos parajes donde el marqués de Mopres encontró la muerte. Pero no había caído aún en desgracia; el general Gonse mantenía con él una correspondencia muy amistosa. Su desdicha era conocer un secreto de los que no debieran conocerse jamás.
En París la verdad se abría camino, y sabemos ya de que modo la tormenta estalló. M. Mathieu Dreyfus denunció al comandante Esterhazy como verdadero autor de la nota sospechosa; mientras M.Scheurer-Kestner depositaba entre las manos del guardasellos una solicitud pidiendo la revisión del proceso. Desde ese punto el comandante Esterhazy entra en juego. Testimonios autorizados lo muestran como loco, dispuesto al suicidio, a la fuga. Luego, todo cambia, y sorprende con la violencia de su audaz actitud. Había recibido refuerzos: un anónimo advirtiéndole los manejos de sus enemigos; una dama misteriosa que se molesta en salir de noche para devolver un documento que había sido robado de las oficinas militares y que le interesaba conservar para su salvación. Comienzan de nuevo las novelerías folletinescas, en la que reconozco los medios ya usados por la fértil imaginación del teniente coronel Paty de Clam. Su obra, la condenación de Dreyfus, peligraba, y sin duda quiso defenderla. La revisión del proceso era el desquiciamiento de su novela folletinesca, tan extravagante como trágica, cuyo espantoso desenlace se realiza en la Isla del Diablo. Y esto no podía consentirlo. Así comienza el duelo entre el teniente coronel Picquart, a cara descubierta, y el teniente coronel Paty de Clam, enmascarado. Pronto se hallarán los dos ante la justicia civil. En el fondo no hay más que una cosa: el Estado Mayor defendiéndose y evitando confesar su crimen, cuya abominación aumenta de hora en hora.
Se ha preguntado con estupor cuáles eran los protectores del comandante Esterhazy. Desde luego, en la sombra, el teniente coronel Paty de Clam, que ha imaginado y conducido todas las maquinaciones, descubriendo su presencia en los procedimientos descabellados. Después los generales Boisdeffre, Gonse y Boillot, obligados a defender al comandante, puesto que no pueden consentir que se pruebe la inocencia de Dreyfus, cuando este acto habría de lanzar contra las oficinas de la Guerra el desprecio del público. Y el resultado de esta situación prodigiosa es que un hombre intachable, Picquart, el único entre todos que ha cumplido con su deber, será la víctima escarnecida y castigada. ¡Oh justicia! ¡Que triste desconsuelo embarga el corazón! Picquart es la víctima, se lo acusa de falsario y se dice que fabricó la carta telegrama para perder a Esterhazy. Pero, ¡Dios mío!, ¿por qué motivo? ¿Con qué objeto? Que indiquen una causa, una sola. ¿Estar pagado por los judíos? Precisamente Picquart es un apasionado antisemita. Verdaderamente asistimos a un espectáculo infame; para proclamar la inocencia de los hombres cubiertos de vicios, deudas y crímenes, acusan un hombre de vida ejemplar. Cuando un pueblo desciende a esas infamias, esta próximo a corromperse y aniquilarse.
A esto se reduce, señor Presidente de la república, el asunto Esterhazy, un culpable a quien se trata de salvar haciéndole parecer inocente, hace dos meses que no perdemos de vista esa interesante labor. Y abrevio porque solo quise hacer el resumen, a grandes rasgos, de la historia cuyas ardientes páginas un día serán escritas con toda extensión. Hemos visto al general Pellieux, primero, y al comandante Ravary, mas tarde, hacer una información infame, de la cual han de salir transfigurados los bribones y perdidas las gentes honradas. Después se ha convocado al Consejo de Guerra. ¿Cómo se pudo suponer que un Consejo de Guerra deshiciese lo que había hecho un Consejo de Guerra?
Aparte la fácil elección de los jueces, la elevada idea de disciplina que llevan esos militares en el espíritu, bastaría para debilitar su rectitud. Quien dice disciplina dice obediencia. Cuando el ministro de la guerra, jefe supremo, ha declarado públicamente y entre las aclamaciones de la representación nacional, la inviolabilidad absoluta de la cosa juzgada, ¿queréis que un Consejo de Guerra se determine a desmentirlo formalmente? Jerárquicamente no es posible tal cosa. El general Billot, con sus declaraciones, ha sugestionado a los jueces que han juzgado como entrarían en fuego a una orden sencilla de su jefe: sin titubear. La opinión preconcebida que llevaron al tribunal fue sin duda esta: "Dreyfus ha sido condenado por crimen de traición ante un Consejo de Guerra; luego es culpable y nosotros, formando un Consejo de Guerra, no podemos declararlo inocente. Y como suponer culpable a Esterhazy, sería proclamar la inocencia de Dreyfus, Esterhazy debe ser inocente".
Y dieron el inocuo fallo que pesará siempre sobre nuestros Consejos de Guerra, que hará en adelante sospechosas todas sus deliberaciones. El primer Consejo de guerra pudo equivocarse; pero el segundo ha mentido. El jefe supremo había declarado la cosa juzgada inatacable, santa, superior a los hombres, y ninguno se atrevió a decir lo contrario. Se nos habla del honor del ejército; se nos induce a respetarlo y amarlo. Cierto que sí; el ejército que se alzará en cuanto se nos dirija la menor amenaza, que defenderá el territorio francés, lo forma todo el pueblo, y solo tenemos para el ternura y veneración. Pero ahora no se trata del ejército, cuya dignidad justamente mantenemos en el ansia de justicia que nos devora; se trata del sable, del señor que nos darán acaso mañana. Y besar devotamente la empuñadura del sable del ídolo. ¡No, eso no!
Por lo demás queda demostrado que el proceso Dreyfus no era mas que un asunto particular de las oficinas de guerra; un individuo del Estado Mayor, denunciado por sus camaradas del mismo cuerpo, y condenado, bajo la presión de sus jefes.
Por lo tanto, lo repito, no puede aparecer inocente sin que todo el Estado mayor aparezca culpable. Por esto las oficinas militares, usando todos los medios que les ha sugerido su imaginación y que les permiten sus influencias, defienden a Esterhazy para hundir de nuevo a Dreyfus. ¡Ah!, que gran barrido debe hacer el Gobierno republicano en esa cueva jesuítica (frase del mismo general Billot). ¿Cuándo vendrá el ministerio verdaderamente fuerte y patriota, que se atreva de una vez a refundirlo, y renovarlo todo? Conozco a muchas gentes que, suponiendo posible una guerra, tiemblan de angustia, ¡porque saben en qué manos esta la defensa nacional! ¡En qué albergue de intrigas, chismes y dilapidaciones se ha convertido el sagrado asilo donde se decide la suerte de la patria! Espanta la terrible claridad que arroja sobre aquel antro el asunto Dreyfus; el sacrificio humano de un infeliz, de un puerco judío. ¡Ah! se han agitado allí la demencia y la estupidez, maquinaciones locas, prácticas de baja policía, costumbres inquisitoriales; el placer de algunos tiranos que pisotean la nación, ahogando en su garganta el grito de verdad y de justicia bajo el pretexto, falso y sacrílego, de razón de estado.
Y es un crimen más apoyarse con la persona inmunda, dejarse defender por todos los bribones de París, de manera que los bribones triunfen insolentemente, derrotando el derecho y la probidad. Es un crimen haber acusado como perturbadores de Francia a cuantos quieren verla generosa y noble a la cabeza de las naciones libres y justas, mientras los canallas urden impunemente el error que tratan de imponer al mundo entero. Es un crimen extraviar la opinión con tareas mortíferas que la pervierten y la conducen al delirio. Es un crimen envenenar a los pequeños y a los humildes, exasperando las pasiones de reacción y de intolerancia, y cubriéndose con el antisemitismo, de cuyo mal morirá sin duda la Francia libre, si no sabe curarse a tiempo. Es un crimen explotar el patriotismo para trabajos de odio; y es un crimen, en fin, hacer del sable un dios moderno, mientras toda la ciencia humana emplea sus trabajos en una obra de verdad y de justicia.
¡Esa verdad, esa justicia que nosotros buscamos apasionadamente, las vemos ahora humilladas y desconocidas! Imagino el desencanto que padecerá sin duda el alma de M. Scheurer-Kestner, y lo creo atormentado por los remordimientos de no haber procedido revolucionariamente el día de la interpelación en el Senado, desembarazándose de su carga, para derribarlo todo de una vez. Creyó que la verdad brilla por si sola, que se lo tendría por honrado y leal, y esta confianza lo ha castigado cruelmente. Lo mismo le ocurre al teniente coronel Picquart que, por un sentimiento de dignidad elevada, no ha querido publicar las cartas del general Gonse; escrúpulos que lo honran de tal modo que, mientras permanecía respetuoso y disciplinado, sus jefes lo hicieron cubrir de lodo instruyéndole un proceso de la manera mas desusada y ultrajante. Hay, pues, dos víctimas; dos hombres honrados y leales, dos corazones nobles y sencillos, que confiaban en Dios, mientras el diablo hacia de las suyas. Y hasta hemos visto contra el teniente coronel Picquart este acto innoble: un tribunal francés consentir que se acusara públicamente a un testigo y cerrar los ojos cuando el testigo se presentaba para explicar y defenderse. Afirmo que esto es un crimen más, un crimen que subleva la conciencia universal. Decididamente, los tribunales militares tienen una idea muy extraña de la justicia.
Tal es la verdad, señor Presidente, verdad tan espantosa, que no dudo quede como una mancha en vuestro gobierno. Supongo que no tengáis ningún poder en este asunto, que seáis un prisionero de la Constitución y de la gente que os rodea; pero tenéis un deber de hombre en el cual meditaréis cumpliéndolo, sin duda honradamente. No creáis que desespero del triunfo; lo repito con una certeza que no permite la menor vacilación; la verdad avanza y nadie podrá contenerla.
Hasta hoy no principia el proceso, pues hasta hoy no han quedado deslindadas las posiciones de cada uno; a un lado los culpables, que no quieren la luz; al otro los justicieros que daremos la vida porque la luz se haga. Cuanto más duramente se oprime la verdad, más fuerza toma, y la explosión será terrible. Veremos como se prepara el más ruidoso de los desastres.
Señor Presidente, concluyamos, que ya es tiempo.
Yo acuso al teniente coronel Paty de Clam como laborante -quiero suponer inconsciente- del error judicial, y por haber defendido su obra nefasta tres años después con maquinaciones descabelladas y culpables.
Acuso al general Mercier por haberse hecho cómplice, al menos por debilidad, de una de las mayores iniquidades del siglo.
Acuso al general Billot de haber tenido en sus manos las pruebas de la inocencia de Dreyfus, y no haberlas utilizado, haciéndose por lo tanto culpable del crimen de lesa humanidad y de lesa justicia con un fin político y para salvar al Estado Mayor comprometido.
Acuso al general Boisdeffre y al general Gonse por haberse hecho cómplices del mismo crimen, el uno por fanatismo clerical, el otro por espíritu de cuerpo, que hace de las oficinas de Guerra un arca santa, inatacable.
Acuso al general Pellieux y al comandante Ravary por haber hecho una información infame, una información parcialmente monstruosa, en la cual el segundo ha labrado el imperecedero monumento de su torpe audacia.
Acuso a los tres peritos calígrafos, los señores Belhomme, Varinard y Couard por sus informes engañadores y fraudulentos, a menos que un examen facultativo los declare víctimas de ceguera de los ojos y del juicio.
Acuso a las oficinas de Guerra por haber hecho en la prensa, particularmente en L'Éclair y en L'Echo de París. una campaña abominable para cubrir su falta, extraviando a la opinión pública.
Y por último: acuso al primer Consejo de Guerra, por haber condenado a un acusado fundándose en un documento secreto, y al segundo Consejo de Guerra, por haber cubierto esta ilegalidad, cometiendo el crimen jurídico de absolver conscientemente a un culpable.
No ignoro que, al formular estas acusaciones, arrojo sobre mí los artículos 30 y 31 de la Ley de Prensa del 29 de julio de 1881, que se refieren a los delitos de difamación. Y voluntariamente me pongo a disposición de los Tribunales.
En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio. Las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia.
Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los Tribunales y que me juzguen públicamente.
Así lo espero.

Émile Zola
París, 13 de enero de 1898.
***
NOTA: El caso Dreyfus tuvo como origen un error judicial, sobre un trasfondo de espionaje y antisemitismo, en el que la víctima fue el capitán Alfred Dreyfus (1859-1935), de origen judío-alsaciano, y que durante doce años, de 1894 a 1906, conmocionó a la sociedad francesa de la época, marcando un hito en la historia del antisemitismo.
La revelación del escándalo en Yo acuso (J'accuse), un artículo de Émile Zola en 1898, provocó una sucesión de crisis políticas y sociales inéditas en Francia que, en el momento de su apogeo en 1899, revelaron las fracturas profundas que subyacían en la Tercera República Francesa. Dividió profunda y duraderamente a los franceses en dos campos opuestos, los dreyfusards (partidarios de Dreyfus) y los antidreyfusards (opositores a Dreyfus). Reveló también la existencia en la sociedad francesa de un núcleo de violento nacionalismo y antisemitismo difundido por una prensa sumamente influyente. El caso se convirtió en símbolo moderno y universal de la iniquidad en nombre de la razón de Estado.

MORIR POR LA ÓPERA: ADELSON E SALVINI

Adelson e Salvini: he aquí una de las óperas de Bellini, la primera, que no goza de la popularidad de otras como Norma. No deja de sorprender que está compuesta con sólo 24 años. Como mi capacidad de asombro y de emocionarme no merma con los años, al contrario diría yo, he puesto tres arias de esta ópera, pero especialmente me gusta la tercera, cantada aquí por Montserrat Caballé, llega al alma. Y repito, compuesta con 24 años.
Nació Bellini el 3 de noviembre de 1801 en Catania en una familia de músicos. Desde muy temprano dio muestras de un inequívoco talento musical. A los seis años tocaba con soltura el piano y a los siete recibió las primeras enseñanzas de composición de su abuelo, profesor y maestro de capilla en Catania. Las primeras composiciones de Bellini fueron piezas religiosas, corales y de órgano. A los dieciocho años obtuvo una beca para estudiar en el conservatorio de Nápoles, teniendo por maestro a Nicola Zingarelli. De estos años como estudiante datan algunas ariettas que muestran el interés del joven compositor por la voz humana y el teatro, interés que cristalizó en la composición de la primera de sus óperas, Adelson e Salvini que fue presentada en el teatro del conservatorio de Nápoles el 12 de enero de 1825 como reválida al finalizar sus estudios.
"Adelson e Salvini" tiene lugar en Irlanda en el siglo XVII y se centra en la pasión de un pintor italiano por la prometida de un lord irlandés quien es, a su vez, mecenas del pintor. El malvado de la ópera es el coronel Struley que para vengarse de lord Adelson intenta raptar a su prometida. Salvini, el pintor, lo impide. Al final, la pareja de nobles se casa y el pintor se las arregla con una hermosa discípula suya. Lo absurdo del libreto, de Andrea Tottola, no impide que la obra tenga momentos de gran belleza en los que aparece la inconfundible vena melódica belliniana, como en el aria de Giuletta "Oh, quante volte" de "I Capuletti e i Montecchi". El aria de Salvini "Ecco signor, la sposa" es, asimismo, muy bella.
***
*Oh! quante amare lagrime.
*Ecco signor, la sposa.
*Dopo l'oscuro nembo.

ARTÍCULO (Y PEQUEÑA BIOGRAFÍA) DE VICENÇ NAVARRO

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista digital SISTEMA, 29 de junio de 2011. Este artículo señala que la excesiva influencia del capital financiero en la estructuración de la UE y de la Eurozona ha configurado unas reglas de comportamiento que dificultan enormemente la recuperación económica de Grecia (y de España). Las medidas de austeridad son contraproducentes e imposibilitan el crecimiento económico y creación de empleo, condiciones para que se salga de la crisis. El artículo subraya que el hecho de que sean los países PIGS los que se encuentren en mayores dificultades se debe al dominio de las derechas en la vida política de estos países que han determinado unos estados muy pobres (que se han tenido que endeudar) como consecuencia ce unas políticas fiscales regresivas. La salida de la crisis requiere una profunda reforma fiscal que de pie a unas políticas expansivas de estímulo económico.

PORQUÉ GRECIA (Y ESPAÑA) NO SE RECUPERARÁN

El mayor problema que tiene la economía griega no es primordialmente de carácter económico o financiero. Es un problema político. Tiene que ver con el enorme poder que la banca ha tenido, y continúa teniendo, en la estructuración de la Unión Europea y de la Eurozona, así como en la génesis de la deuda pública de los países llamados despectivamente PIGS, cerdos en inglés, (Portugal, Irlanda, Grecia y España). Ahora bien, este poder de la banca ha contado con un gran aliado y cómplice: las clases más adineradas de los países de la Eurozona, incluyendo las de los países PIGS.
Veamos los datos, comenzando por las reglas que los bancos escribieron sobre las cuales se establecería la Eurozona. Estas reglas son las responsables de que Grecia nunca podrá (ni tampoco España) salir de la recesión a través de las políticas que se están siguiendo. Una fue que los Estados, al incorporarse al euro, perdieron el control sobre su propia moneda. Es decir, que en momentos de recesión (cuando la economía está estancada), el estado griego no puede devaluar la moneda y con ello poder abaratar sus productos y venderlos más fácilmente al exterior, recuperándose a base de ello. Suecia y Noruega, por cierto, se han recuperado de la recesión mucho mejor y más rápido que Finlandia, como consecuencia de que los dos primeros pudieron devaluar su moneda, lo cual no pudo hacer Finlandia al pertenecer al euro.
Otra regla es que, al integrarse al euro, los Estados dejaron de tener la potestad de imprimir dinero y establecer el precio del mismo. Cuando un país está en recesión, su Banco Central imprime dinero y/o abarata el precio del dinero, disminuyendo así los intereses bancarios, facilitando que tanto los ciudadanos como los empresarios puedan conseguir préstamos con los cuales consumir bienes y servicios e invertir, y así producir empleo y estimular la economía. Negarle al estado que tenga control sobre el crédito es imposibilitarle el poder estimular la economía. Una función de un Banco Central es, precisamente, la de garantizar el crédito, lo cual funcionó bien en la mayoría de países europeos hasta que llegó la moda neoliberal con el Presidente Reagan de EEUU y la Sra. Thatcher de Gran Bretaña, que hicieron creer a muchos gobiernos europeos que desregular el crédito era bueno para un país. El último caso que vimos fue Islandia, que conllevó un enorme problema, como también lo creó en los otros países que desregularon el crédito (que fueron la mayoría).
Y, por si fuera poco, la tercera regla era que un país no podía seguir políticas expansivas de gasto público. Es decir, un estado no podría gastar mucho para estimular la economía, pues el estado, según el criterio de Maastricht, no podía tener un déficit estatal mayor del 3% del PIB y una deuda publica mayor del 60% del PIB. Claro que el criterio no decía cómo debía bajarse el déficit para alcanzar el número mágico del 3%. Pero insistieron en que los estados bajaran los impuestos como manera de estimular la economía, considerando erróneamente que los ricos, que eran los máximos beneficiarios de los recortes de impuestos, consumirían más que ahorrarían (de hecho, invirtieron en sectores especulativos). Esta insistencia en que el estado bajara los impuestos no dejaba al estado otra alternativa que la de recortar el gasto público. Esto eliminó la posibilidad de que el estado pueda estimular la economía mediante, por ejemplo, inversiones en áreas de creación de empleo.
Estas tres reglas hacen muy difícil, casi imposible, para Grecia (y para España), salir de la crisis. En realidad, estas reglas fueron muy importantes para que la crisis se presentara en Grecia con la gravedad con laque se ha presentado.

¿QUÉ PASA EN GRECIA? LA ALIANZA DE LA BANCA CON LOS RICOS
Una característica de Grecia, que comparte con España, es que ha estado gobernada por la ultraderecha por muchos años. La dictadura de los coroneles fue (como lo fue también la dictadura de los generales en España) una dictadura de los ricos en contra de las clases populares. Ello ha determinado que los ricos no tienen la costumbre de pagar impuestos. El fraude fiscal ha sido enorme, consecuencia de la laxitud del estado, que ha continuado controlado por los ricos durante la democracia que siguió a la dictadura. En 2010 sólo 15.000 griegos, de un total de once millones de ciudadanos, declararon al estado ingresos superiores a 100.000 euros al año, lo cual contrasta con la existente concentración de la riqueza y de las rentas, visible en los suburbios de las ciudades griegas. Se considera que casi la tercera parte de la renta nacional (la poseída por los ricos en su mayoría) no se declara.
Ello ha forzado al estado griego a endeudarse hasta la médula para pagar los gastos del estado (en infraestructura y en servicios públicos, así como en gastos militares que significan una carga muy importante en el presupuesto nacional). Esta deuda recoge también la deuda incurrida por los gobiernos militares, no elegidos democráticamente, y cuyo gasto militar lo tiene que pagar ahora el estado democrático. Éstas son las causas de que el estado griego tenga un problema de déficit del estado (12% del PIB) y de deuda pública, todavía mayor (150% del PIB). Pero esta realidad quedó, en parte, ocultada por el estado con la ayuda del banco Goldman Sachs. El diario alemán Der Spiegel descubrió las ocultaciones de las cuentas nacionales que el estado griego (gobernado por las derechas) había realizado con la complicidad de aquel banco estadounidense (que recibió un pago por ello de 800 millones de euros). Es imposible que la Comisión Europea (cuya mayoría son de partidos de derechas), no lo supiera. Por cierto, el que era Vicepresidente para Europa del banco Goldman Sachs, que realizó operaciones financieras con el gobierno conservador griego para ocultar la situación real del déficit público del estado griego, el Sr. Mario Draghi será el nuevo Presidente del Banco Central Europeo, poniendo a la cabeza de este Banco (que es un lobby de la banca, en lugar de ser un Banco Central) a la persona que ayudó más al desfalco de las cuentas públicas del estado griego.
Cuando el gobierno socialista salió elegido descubrió estos problemas, indicando que el déficit y la deuda eran mucho mayores de lo que el gobierno conservador había indicado. El estado está enormemente endeudado. Los bancos alemanes y franceses, pero también los bancos griegos (donde los ricos griegos depositan su dinero) han comprado la deuda pública a unos intereses abusivos. Por cierto, la mal llamada ayuda a Grecia es para asegurarse que el estado griego pagará a tales bancos. Y la enorme austeridad impuesta a la población griega por parte del estado (77.000 millones de euros, de los cuales 28.000 millones serán en recortes de gasto público y 50.000 millones en privatizaciones del patrimonio nacional) es para poder pagar a los bancos.

EL EURO Y LA CRISIS
Este endeudamiento del estado griego es beneficioso para los bancos y también para los ricos que no pagan impuestos, forzando al estado a endeudarse aún más. Pero es también beneficioso para los ricos y para los bancos extranjeros, pues el estado se siente en la necesidad de privatizar sus propiedades (a unos precios irrisorios) con lo cual vemos una enorme demanda de euros por parte de bancos de inversión para comprar tales propiedades. En realidad, en contra de lo que constantemente se dice y se alarma, el euro está en muy buena salud (demasiado buena para los empresarios españoles que tienen problemas para exportar), y ello se debe a la enorme demanda de euros con los cuales se compra la privatización de los bienes públicos de Grecia (y de España). Véase el caso de las cajas de ahorros españolas, que se están vendiendo a unos precios muy bajos. Y todo ello con la ayuda del Estado. De ahí que las privatizaciones sean una estrategia impuesta por la banca a los países del euro como manera de conseguir la venta del patrimonio y servicios muy rentables de los países periféricos.
Vemos así como el enorme dominio de la banca explica que los estados periféricos estén estancados en su deuda sin poder salir de ella, lo cual no ocurre por incompetencia, sino por diseño, pues así consigue introducirse y conseguir mayor rentabilidad al comprar a precios muy bajos lo que antes era público. Cualquier lector de este artículo debiera indignarse. Por cierto, este artículo fue enviado a algunos de los medios de mayor difusión del país, ninguno de los cuales consideró oportuno publicarlo. Agradecería al lector que lo distribuyera lo más ampliamente posible.
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Vicenç Navarro López (Barcelona, 1937), sociólogo, politólogo y economista español ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). Es también profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) donde ha impartido docencia durante 35 años. Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University. Dirige también el Observatorio Social de España
Tuvo que exiliarse de España por razones políticas. Ha vivido y trabajado en Suecia (Upsala), Gran Bretaña (London School and Economics, Oxford y Edimburgo) y en EEUU (The Johns Hopkins University) donde ha sido Catedrático de Políticas Públicas y Ciencias Políticas. Fue propuesto como Catedrático Extraordinario de Economía Aplicada por la Universidad Complutensede Madrid y se integró a la vida académica catalana como Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona y más tarde como Catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra donde dirige el programa de Políticas Públicas y Sociales patrocinado junto con The Johns Hopkins University, en el que continúa siendo profesor. Ha asesorado a las Naciones Unidas, a la Organización Mundial de la Salud y a muchos gobiernos incluyendo: el gobierno de Unidad Popular de Chile, el gobierno cubano (en su reforma sanitaria), el gobierno socialdemócrata sueco, el gobierno socialista español, los gobiernos tripartitos y “d’entesa” catalanes, así como al gobierno federal de EEUU, habiendo sido miembro del grupo de trabajo sobre la reforma sanitaria la Casa Blanca dirigida por Hillary Clinton. Sus áreas de investigación son: Economia Política, Estado de Bienestar y Estudios Políticos. Ha publicado extensamente (24 libros traducidos a varios idiomas) siendo los más recientes el Subdesarrollo Social de España: Causas y Consecuencias. Anagrama y Neoliberalism, Globalization and Inequalities. Baywood. En 2002, recibió el premio de ensayo de la Editorial Anagrama por su libroBienestar Insuficiente, Democracia Incompleta. De lo que no se habla en nuestro país.

DE TEMPORADA EN TENERIFE, LAS PALMAS, SAN FRANCISCO...

Me gusta la ópera, muchísimo, y tengo la suerte que desde que inauguraron el nuevo auditorio de Tenerife (la Calatravada) parece que se esmeran en el Festival de Ópera cada año. Esto unido a la gran tradición operística en Las Palmas de Gran Canaria, adonde puedo ir si consigo entrada. No siempre hay suerte con las óperas, por supuesto; recuerdo la Madama Butterfly del año pasado en Tenerife o el Tannhäuser en Las Palmas, ambas un auténtico horror sin parangón. Menos mal que por cada bodrio de representación podemos disfrutar de pequeñas o grandes joyas como la Aida en San Francisco de hace dos años, Las Bodas de Fígaro en Venecia o muchas de las demás óperas representadas dignamente en nuestros festivales isleños. Este año tenemos en Tenerife Rigoletto y Tosca; en Las Palmas Norma, Turandot, L'elisir d'Amore o I due Foscari; y en San Francisco Turandot, L'elisis d'Amore, La Flauta Mágica, Lucrecia Borgia, Don Giovanni, Xerxes y Carmen.

PASEANDO POR BATTERY PARK

Hace algo más de un año paseábamos por Battery Park en Manhattan, un febrero nevado y muy frío. El paisaje era totalmente diferente al que se puede ver en otoño o primavera, y por supuesto en verano donde tanto calor hace en la isla. Teniendo en la retina la última visión de la zona completamente blanca, bajo la nieve, y con alguna gaviota aventurera sobre los troncos, me encuentro hoy con esta otra imagen después del paso del huracán Irene por Nueva York, esta vez totalmente anegado, sin turistas y ni siquiera con una de aquellas gaviotas sobre los mismos troncos, ahora desnudos.